Fotografía: Krzysztof Hepner / Unsplash
No hay respiro. La inflación anual registrada durante de la primera quincena de febrero está por encima de los pronósticos del mercado y se ubicó en 7.22%. Comparada con la cifra que arrojó en enero (7.13%), tuvo un incremento de 0.09%, todo lo anterior de acuerdo a las cifras publicadas el día de hoy por el Instituto de Estadística y Geografía (INEGI).
El incremento de los precios al consumidor aún se sitúa por encima del objetivo de Banxico y su rango de variabilidad de 3% +/- 1%. Pero si lo anterior es preocupante, lo es más que la trayectoria de la inflación subyacente no muestra reacción a los seis incrementos consecutivos de la tasa de referencia por parte de Banxico.
Puestas en perspectiva, tanto la inflación general y como la subyacente se encuentran por arriba del límite superior establecido por el Banco de México, 4%, desde marzo de 2021. En específico, la tasa anual de inflación subyacente para este periodo fue de 6.52%, mientras que la no subyacente se ubicó en 9.33%.
En lo relativo a esta última –que contempla los precios más volátiles del Índice Nacional de Precios al Consumidor (INPC) en virtud a estar sujetos a decisiones administrativas, estacionalidad o alta volatilidad, y sobre la que Banxico no tiene incidencia– se puede advertir que está disminuyendo debido al efecto base de los altos precios ocasionados por las heladas que tuvieron lugar en Texas a inicios de 2021; el estado fronterizo es el principal proveedor de gas de México.
En rubros específicos, durante los primeros 15 días de febrero 2022 la tasa anual de inflación para la electricidad fue de 6.89%, es decir, mayor que la registrada un mes antes. En el caso de la gasolina magna, hubo un ligero descenso y se situó 6.09%. Sin embargo, la del gas LP fue de 1.69%, superior a la que tuvo lugar en el periodo anterior.
Como consecuencia de lo anterior, los alimentos y bebidas no alcohólicas presentaron una variación anual de 12.38%. Si se considera que el alza de precios en el transporte fue de 6.52% en el mismo periodo, la llamada cuesta de enero se está prolongando demasiado.
En síntesis se puede afirmar que la inflación durante la primera quincena de febrero aumentó más por causa de los precios de los alimentos, bebidas y tabaco (subyacente), que por los correspondientes a energéticos y tarifas autorizadas por el gobierno (no subyacente). Lo anterior es un síntoma alarmante toda vez que en México el 40.3% de la población se encuentra en situación de pobreza laboral.
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