Investing.com – En Londres, Alphabet Inc (NASDAQ:GOOGL), la empresa matriz de Google, ha pedido a un tribunal que desestime una demanda en la que se alega que el gigante tecnológico ha abusado de su posición dominante en el mercado de las búsquedas en línea. El caso, que podría ascender a 7.000 millones de libras (9.300 millones de dólares), forma parte de una serie de desafíos legales a los que se enfrenta Google en todo el mundo, incluido un importante juicio antimonopolio en EE.UU. relativo a sus operaciones de publicidad en línea.
La demanda británica es una de varias reclamaciones multimillonarias presentadas ante el Tribunal de Apelación de la Competencia del Reino Unido en los últimos años. Se hace eco de acusaciones similares a las de otro caso contra Google por supuesto abuso de posición dominante en el sector de la publicidad en línea.
Nikki Stopford, defensora de los derechos de los consumidores, es la representante del grupo en la demanda, alegando que el control del mercado por parte de Google le permite inflar el coste de los servicios de publicidad en las búsquedas para las empresas, gastos que en última instancia corren a cargo de los consumidores.
La demanda se basa en la decisión de la Comisión Europea de 2018, que multó a Google con más de 4.000 millones de euros (4.500 millones de dólares) por aplicar restricciones a los fabricantes de dispositivos Android. Google está apelando esta multa.
Además, el equipo legal de Stopford sostiene que Google llegó a un acuerdo anticompetitivo con Apple (NASDAQ:AAPL) para convertirse en el motor de búsqueda predeterminado en el navegador Safari de Apple, un acuerdo que incluía una parte de los ingresos por publicidad de búsqueda móvil de Google.
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El equipo jurídico ha solicitado que el Tribunal de Apelación de la Competencia certifique el caso para proceder a juicio, una medida preliminar en las demandas masivas. Sin embargo, la representación legal de Google ha criticado la demanda por considerarla fundamentalmente errónea.
La abogada de Google, Meredith Pickford, declaró en documentos judiciales que la empresa rechaza enérgicamente cualquier afirmación de que los consumidores se hayan visto perjudicados por la conducta de la empresa.
Pickford describió las conclusiones de la Comisión Europea como «quejas técnicas sobre la forma concreta en que Google promocionaba sus productos». También defendió el acuerdo de Google con Apple como «en principio perfectamente legal». En el momento de redactar este artículo, Apple no ha hecho ningún comentario al respecto.
Reuters ha contribuido a este artículo.
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