Fotografía: Oren Elbaz / Unsplash
Luego de otra sesión de alta volatilidad, el S&P 500, el índice principal del mercado de valores de Estados Unidos cerró con una ganancia diaria de sólo 0.01% respecto a su cierre anterior. Con esto, el índice disminuyó –3.05% en la semana y registró su séptima semana consecutiva a la baja, algo no visto desde el año 2001 cuando estalló la burbuja de las “dot-com”. En estas siete semanas, la caída acumulada en el S&P 500 ha sido de –14.18% y en el año muestra un rendimiento de –18.14%.
Durante la sesión destacó que el S&P 500 alcanzó un mínimo intradía de 3,810.3201 puntos, con lo que en ese momento registraba una caída de –20.93% respecto de su máximo histórico de 4,818.6201 alcanzado el 4 de enero de este año. Con esto, el S&P 500 se ubicó brevemente en territorio “bear market” al haber registrado una caída superior a –20% respecto de su máximo. No obstante, el índice rebotó y cerró la sesión en un nivel –19.04% menor al máximo histórico.
En cuanto al NASDAQ Composite, este cerró la semana con una caída de –3.82%, con lo cual extendió sus pérdidas en el año a –27.42% y se ubica en –29.96% por debajo de su máximo histórico. Con esto, el NASDAQ registró su séptima semana consecutiva a la baja, y al igual que el S&P 500, esto no sucedía desde marzo del 2001 cuando estalló la burbuja de las “dot-com”.
La tendencia bajista del mercado de capitales ha sido la consecuencia de un entorno de mayores tasas de interés y menor liquidez, así como de mayor nerviosismo respecto a la posibilidad de una recesión económica. Los inversionistas han estado atentos a la publicación de datos económicos que den más información respecto a la resiliencia de la actividad económica ante los aumentos en tasas y la persistencia de altos niveles de inflación. Si bien los miembros de la Fed han refrendado su compromiso con tomar las medidas necesarias para que la inflación converja al objetivo de 2.0%, el mercado tiene la preocupación de que estas medidas impliquen una política monetaria restrictiva que ocasione fuertes afectaciones en el empleo y la actividad económica.
Al interior del S&P 500, las pérdidas más fuertes de la semana se dieron en los sectores de consumo básico (–8.63%), consumo discrecional (–7.44%), tecnologías de información (–3.77%), industriales (–3.70%) y servicios de comunicaciones (–3.01%). En cambio, tres sectores lograron cerrar la semana con ganancias: energía (+1.09%), salud (+0.90%) y utilities (+0.36%). Al nivel emisora destacaron las caídas en tiendas del sector retail, con fuertes pérdidas para Target (–29.30%), Bath & Body Works (–24.5%), Ross Stores (–21.93%), Dollar Tree (–19.77%), Walmart (–19.49%), Costco (–16.26%) y Best Buy (–16.21%). Esto se dio después de que Target y Walmart, dos de las empresas más grandes de este sector, reportaron revisiones a la baja en su estimación de utilidades para el año, citando como causa principal de ello la inflación.
Estos miedos que impactan al mercado de capitales estadounidense han contagiado a otros mercados. El mercado europeo también registró pérdidas en la semana, con el índice Stoxx Europe 600 cayendo –0.55%, mientras que el DAX alemán y el FTSE 100 inglés perdieron –0.33% y –0.38%, respectivamente. Al igual que Estados Unidos, la inflación en Europa registra niveles no vistos en cuatro décadas y encima de esto el continente enfrenta alta incertidumbre política y económica ante el conflicto entre Rusia y Ucrania. El nivel de confianza de los consumidores en el Reino Unido alcanzó su nivel más bajo desde que se tiene registro, es decir, el más bajo en al menos 48 años. Los mercados están reaccionando a la posibilidad de que la alta inflación comience a tener un mayor impacto en los niveles de gasto de los hogares.
Para el caso de México, el Índice de Precios y Cotizaciones de la Bolsa Mexicana de Valores (S&P/BMV IPC) se comportó de manera distinta a los mercados de Europa y Estados Unidos, registrando un avance semanal de 3.91%, en la que fue su mejor semana desde la tercera de marzo del presente año.
En la semana solamente nueve de las 35 emisoras que componen el IPC registraron pérdidas: Grupo Aeroportuario del Centro (–2.40%), Quálitas (–2.36%), Banorte (–2.05%), Banco del Bajío (–1.88%), Banregio (–1.12%), Walmex (–0.70%), FEMSA (–0.56%), Bimbo (–0.24%) y Becle (–0.13%). En cambio, las ganancias más fuertes se observaron en Peñoles (+18.72%) y Grupo México (+13.70%), con estas empresas viéndose beneficiadas por el aumento en precios de commodities, especialmente metales, tras la expectativa de que la demanda de China se recuperará tras mejor su situación epidemiológica.
Con los movimientos de la semana, el IPC mantiene un rendimiento negativo en el año de –3.21% y respecto de su máximo histórico, alcanzado el 1 de abril, registra una caída de –9.64%.
El peso cerró la semana con una apreciación de 1.18% (23.7 centavos) para cotizar alrededor de 19.87 pesos por dólar; el tipo de cambio máximo fue de 20.1840 y el mínimo de 19.8286 pesos. La apreciación del peso fue consecuencia de una corrección a la baja del dólar estadounidense que retrocedió –1.38% de acuerdo con el índice ponderado, en el que es el mayor retroceso semanal del dólar desde la primera semana de noviembre del 2020.
Cabe mencionar que el dólar estadounidense acumulaba hasta la semana pasada seis semanas consecutivas de ganancias, avanzando 5.33% en ese periodo, por lo que el retroceso del dólar no debe ser interpretado como un cambio en la dirección del mercado.
Con información de Grupo Financiero Base
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