La guerra de Ucrania por la invasión de Rusia ha provocado problemas en la economía global, pues las principales economías apenas se sacudían las consecuencias de la pandemia por Covid-19.
De acuerdo con el economista José Antonio Montenegro, el conflicto en Europa ha provocado una crisis en el sector energético y alimentario, lo que ha provocado que las expectativas de crecimiento se estanquen en 3.1 por ciento.
El especialista señala que aunado a las crisis que se viven, la inflación global también está golpeando fuerte, misma que se disparó por los cuellos de botella producidos por la pandemia y que se ha acrecentado con el paso del tiempo y la cual, además, podría durará más de lo esperado.
Como consecuencia de esa inflación, en Estados Unidos ya se han tomado medidas como el alza en las tasas de interés, lo cual tiene tanto a analistas económicos como a la población en general a la expectativa de sus efectos.
Apenas el mes pasado se hablaba de un posible “aterrizaje suave” para amortiguar los efectos de la inflación producida por la pandemia y mismo que algunas economías europeas habían experimentado, pero que en el caso de Estados Unidos se veía como posibilidad lejana debido al ambiente inestable que se vive en lo que finanzas se refiere, por lo que se vislumbra una recesión en los próximos meses.
Por otra parte, la Organización de las Naciones Unidas (ONU) pronosticó un crecimiento de 2.7 por ciento para la Unión Europea, mientras que para China vislumbra un 4.5 por ciento y lo cual también produce cierta inquietud, pues en las últimas décadas, China ha sido el motor de la economía global.
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En ese sentido, Montenegro indica que parte de esta ralentización de la economía China es debido a la escasez de los productos accesibles y de buena manufactura.
Por último, la escasez de energía y de alimentos también juegan un papel importante debido a que la producción de los mismos se encuentran en países en guerra, por lo que existe un efecto dominó.
AM
