Fotografía: Avery Evans / Unsplash
El incremento neto en el total del crédito otorgado al consumidor en Estados Unidos ha alcanzado un un nuevo máximo en los últimos 10 años (+7.3% a una base anual), con lo cual se establece un récord que es acorde con los robustos niveles de consumo que se registran en este país, si bien n este momento existe una pérdida real en el poder adquisitivo de las personas.
Este vertiginoso incremento ha llevado el total del valor del crédito (en términos absolutos) casi al mismo nivel que tenía antes de la irrupción de la pandemia de la COVID-19.
Consecuentemente, y en virtud de las actuales presiones inflacionarias sobre los precios, los consumidores estadounidenses tendrán que echar mano de sus tarjetas de crédito para mantener su nivel de vida, lo cual lleva aparejado un endeudamiento significativo.
No obstante, esta rápida expansión del crédito al consumidor garantiza algo de cautela y tendría que ser monitoreada al tiempo que es impulsada por el tipo menos deseable de crédito al consumidor: el crédito al consumo revolvente.
Es importante señalar que en la actualidad este tipo de crédito se ofrece a una tasa de interés promedio anual de 16.0%. En este sentido, la capacidad de rentabilidad de este crédito podría ser cuestionable si las condiciones financieras y económicas continuaran siendo restrictivas.
Por tal motivo es importante mantener la atención en esta dinámica debido a que el consumidor –tal como lo indica otro dato del índice de Confianza del Consumidor elaborado por la Universidad de Michigan– podría estar en una posición mucho peor de lo que otros datos importantes podrían inicialmente sugerir.
Asimismo, la capacidad de compra de este crédito podría ser cuestionada a medida que las condiciones financieras y económicas continúen siendo más astringentes.
Con información de Natixis IM
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