Fotografía: Dyana Wing So
El Indicador de Confianza del Consumidor (ICC) registró un aumento de 0.07 puntos en el mes de febrero, con lo cual se ubicó en 43.44 puntos. Considerando esto, el ICC registra un avance de 4.33 puntos durante los últimos 12 meses y se halla situado en niveles similares a los que tenía antes de la irrupción de la pandemia de la COVID-19; lo anterior de acuerdo con la Encuesta Nacional sobre Confianza del Consumidor (ENCO) que realiza el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI).
Después de hilar dos meses consecutivos a la baja debido al aumento de casos de COVID-19 por el surgimiento de la variante Ómicron, al fin el ICC registra números positivos, si bien debe considerarse que este aumento es marginal y que, al compararlo con las cifras de febrero del 2020, se observa un déficit de 0.49 puntos.
En tanto hay signos evidentes de que la pandemia está cediendo de manera significativa, es previsible que el indicador de la confianza del consumidor se mantenga estable y en niveles positivos, y aunque está situado 5.12 puntos por debajo de su máximo histórico, el cual se registró en febrero del 2019, aún se ubica en niveles considerados elevados. De ello dan fe las cifras de febrero que se ubican 4.59 puntos por encima del nivel promedio observado en los cinco años previos a la irrupción de la pandemia (38.85).
Desglosados los números que presenta el ICC se puede inferir que la recuperación del nivel general de confianza tuvo lugar principalmente por el aumento en los niveles de esta con relación a la situación económica actual de los hogares y del país contrastada con la de hace 12 meses, y registra una mejora de 6.99 y 6.44 puntos anuales, respectivamente.
En contrapartida, el nivel de confianza en los componentes futuros, los relativos a la situación económica de los hogares y el país durante los próximos 12 meses muestran un menor avance en el último año. Pese a ello, estos últimos son los componentes que históricamente registran un mayor nivel de confianza. Aunado a lo anterior, y dado que los consumidores se han mantenido expectantes ante la recuperación, los componentes respecto al futuro se han mantenido relativamente altos.
Sin embargo, el futuro no es promisorio en lo que se refiere a la confianza del consumidor y es previsible que se deteriore por dos factores, así lo considera Gabriela Siller, directora de Análisis Económico de Grupo Financiero Base.
“El principal sería el conflicto bélico que enfrenta a Rusia y Ucrania y que, amén de la incertidumbre geopolítica que genera, ha catapultado los precios de los commodities, especialmente los energéticos. Esta situación, sin duda, tendrá incidencia en la inflación e impactará de manera significativa el poder adquisitivo de los consumidores”, señala la analista.
“El otro factor está relacionado con la seguridad pública, toda vez que esta se ha deteriorado en el país de manera significativa en los últimos meses. Tales problemas de gobernanza han sido señalados por los analistas del sector privado que recientemente fueron objeto de una encuesta por parte del Banco de México como uno de los principales factores que frenan el crecimiento económico de México”, concluyó Siller.
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