El pasado 24 de noviembre la compañía Best Buy anunció que se iba de México, debido a la crisis económica resultado por la Covid-19. Desde entonces se comenzó a especular sobre lo que iba a pasar con su inventario, el cual no se lo pueden llevar. La noticia que muchos esperaban llegó el miércoles por la noche, en la página de la empresa se dieron a conocer las ofertas, que iban del 40 al 50% de descuento, además de algunos productos en remate.
Desde la madrugada del jueves los usuarios ingresaron para adquirir electrónicos, pero el producto que tuvo mas demanda fue el Nintendo Switch, que iba de los 10 y 9 mil pesos, a los 4 mil. La página colapsó y entonces el jueves, en las diferentes plazas comerciales en las que se encuentran las tiendas Best Buy, desde las once de la mañana que abrieron las puertas de los centros de locales, las personas comenzaron a llegar y a hacer fila para ingresar a la tienda de tecnología.
En plazas como la de Forum Buenavista, Patio Universidad e Interlomas, las aglomeraciones afectaron incluso a otros comercios que tuvieron que cerrar sus puertas por miedo a desmanes. Y es que eran cientos de personas las que hacían fila, sin sana distancia y muchos sin cubrebocas, dentro de plazas comerciales. Además el ingreso a la tienda era lento, ya que los empleados de Best Buy trataron de cumplir con todas las normas sanitarias al tomar temperatura, aplicar gel y limitar el acceso a cierto número de personas. En el caso de tiendas más pequeñas, como la de Plaza Metrópoli, en Patriotismo, el acceso se limitaba a diez personas, mientras que la fila llegaba hasta la zona de bancos y ya obstruía la entrada de algunos restaurantes.
En el caso de la tienda de Polanco, una de las más grandes en la Ciudad de México, ubicada sobre la calle Homero, la fila daba la vuelta a casi toda la manzana, lo que interfería también con las entradas de una tienda departamental. A esa sucursal fue a una de las primeras a las que llegaron elementos de Seguridad Pública para pedir que se cerrara el acceso, tanto porque las personas en la calle no respetaban las normas sanitarias, como por la misma seguridad entre los ciudadanos y dentro del establecimiento.
Fue así que gradualmente fueron cerrando sus puertas las diferentes sucursales de Best Buy, no sólo en la CDMX, sino en las otras ubicadas en los diferentes estados de la República, donde se suscitó el mismo problema. A las 3 de la tarde Best Buy cerró sus 42 tiendas físicas y lanzó un comunicado en el que ofreció disculpas a los clientes, aclarando que el cierre fue por la salud de compradores y empleados. Publicó que posteriormente se procederá con las ventas de liquidación total.
Aunque pegaron letreros en varias tiendas que las ventas seguirían en línea, la página de la cadena estadounidense está fuera de servicio.
