Es posible entender las votaciones como un mensaje colectivo a interpretar.
La jornada electoral del 18 de octubre en Coahuila (diputados locales) e Hidalgo (ayuntamientos) arroja la siguiente percepción:
1.- El electorado mexicano es más sofisticado de lo que se piensa. Vimos una nítida diferenciación entre la figura del presidente de la República y su partido Morena. Los altos niveles de aceptación presidencial no se tradujeron en una votación copiosa a favor los candidatos presentados por el instituto político.
2.- Los supuestos márgenes competitivos de Morena frente a otros partidos se redujeron sustancialmente una vez que se determinaron candidatos e inició la campaña.
3.- Los resultados adversos para Morena manifiestan una ausencia crónica de liderazgo, programa político a nivel local y estructura que motive la participación. El conflicto por la dirigencia nacional opacó las necesidades estratégicas y se ha pagado por ello.
4.- Los resultados del domingo no son un triunfo del PRI si no un aviso claro y contundente de un voto de castigo para el partido gobernante, «corrijan o los sacamos» parece ser el mensaje de la urna. ¿Podrá corregir el rumbo el partido del presidente a ocho meses de la renovación de la Cámara de diputados?
Mensaje que dejan las elecciones
No Te Puedes Perder…
