El pasado domingo a las 00.00 horas se terminó el estado de alarma en España después de 6 meses de restricciones. Lo teníamos bien asumido, ya podíamos circular sin restricciones y visitar a nuestros familiares y amigos.
Pero las críticas al gobierno no se hicieron esperar, que si lo que quería era salvar las vacaciones de verano, abrir fronteras para salvar la economía y un sinfín de cuestiones. Por su parte Pedro Sánchez delegó a cada una de las comunidades autónomas las decisiones pertinentes en cada lugar, dependiendo de los casos que vayan saliendo, que eso es lo que pidieron algunas comunidades al principio de la pandemia, poder manejarse solos.
Esta situación, ha obligado a las comunidades autónomas a establecer sus propias restricciones para controlar la evolución de la pandemia y varias han recurrido a la Justicia para imponer limitaciones, especialmente las que afectan a la libre circulación, entre ellas está Cataluña.
Mientras deliberan los tribunales, ayer una vez tocado las doce campanadas, miles de jóvenes y no tan jóvenes salieron a festejar, sin mascarilla, bailando y celebrando su tan ansiada libertad, sin importar que no hubiera las medidas básicas de seguridad que durante el último año nos han venido repitiendo.
Es triste saber que, después de todo lo que ha pasado, se les tenga que recordar que hay un virus circulando y que ha matado a millones de personas y que aun así, no lo entiendan, que digan que no pasa nada. Lamentablemente ya se verán las consecuencias dentro de 10 días, a ver a cuántos de ellos le tendremos que recordar que ejerció su libertad de festejar el final del toque de queda y está bien, si lo quieren experimentar que lo hagan, ya se les dijo y ya lo saben.
Ahora el gobierno se está “comiendo el marrón” por no prolongar el estado de alarma. El problema es que siempre las decisiones gubernamentales tienen doble vara de medir, para algunos es acertado, pero para algunos otros es una catástrofe. Y esto viene a colación porque cuando ganó las elecciones el PP de Madrid con Isabel Díaz Ayuso, sus seguidores montaron una fiesta con todo y baile que se prolongó bien entrada la madrugada, pero eso sí, ellos argumentaron que fue una ocasión muy especial y que cumplían con todas las medidas sanitarias.
Yo creo que lo más importante es acelerar la vacunación en general y que se incluya a los jóvenes quienes son los que más salen y luego van a visitar a sus abuelos. Es triste ver que España que lleva 5 meses de vacunación, sólo lleve un 20% aproximadamente, de la población inmunizada con dos dosis, todavía falta, yo falto de vacuna y ya quiero que me la pongan.