Con una actuación sobresaliente de Steph Curry, los Golden State Warriors no tuvieron piedad ante los Boston Celtics y empataron la serie de las NBA Finals (1) tras vencerlos 107-88.
En ocasiones, hay que recurrir a la magia. A esos jugadores de otra galaxia. Golden State empató la llave con una lección de el más aplicado de sus alumnos en magia y hechicería. Stephen Curry, tomo la varita mágica y enterró 29 puntos, seis rebotes, cinco asistencias para evitar que los Celtics salieran de la Bahía más crecidos en su objetivo.
Con paliza, sensación de superioridad, ritmo y variantes, condenaron a una quinteta de Boston incapaz de encontrar el aro durante casi todo el partido. El equipo bostoniano fue liderado por el hombre insignia, Jayson Tatum (28 unidades, 6 triples), pero no fue suficiente para que su unidad saliera con otro triunfo más en la bolsa.
Aunque no fue cosa fácil, el partido arrancó con mejor salida de los pupilos de Ime Udoka. Más intensos en defensa, limitando el juego exterior de los Warriors durante el inicio. Solo el primer tiro, de Andrew Wiggins, fue un claro ejemplo de las intenciones locales.
Todo lo demás, se lo dejaban al base histórico, Curry, quien buscaba soluciones en la pintura, cosa nada fácil pero acostumbrado a estar en esa hábitat. Así, en ese contexto, el guardia, Jaylen Brown, salió con la mano caliente y metió tres triples de sus primeros cuatro intentos, siendo el líder anotador del equipo en todo el primer cuarto.
Para el segundo parcial, todo fue ida y vuelta en la duela del Chase Center. Ambos equipos buscaron el tiro exterior en sus máximas manos, a Tatum y Brown se les apagó su chispa, pero el revulsivo Derrick White se quitó los nervios de encima y fue el sostén de los Celtics en dicho periodo (8 puntos, 2 triples).
Cuando es un partido así, los fallos son la tónica y cuando hay un equipo como los Warriors de por medio, Boston no podía dejarles sobrevivir. Pérdidas, sin gran defensa y dejando solo a los rivales en el tiro exterior.
16-6 de parcial en seis minutos del tercer cuarto, sin muchos triples pero dominando la zona y Curry como jugador diferente, un momento delicado que no iba a tener respuesta del otro lado. Grant Williams y Jayson Tatum lo intentaron con múltiples tiros de larga distancia, pero la respuesta fue más tajante si cabe.
Dos triples galácticos de Curry ajusticiaban a Boston y por si fuera poco, su heredero, Jordan Poole aprecia con genialidades, entre ellas, un tiro desde el centro del campo sobre la bocina. Golden State dictó sentencia prematuramente y jugaron un último cuarto con ventaja de hasta de 30 puntos.
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