Thomas Bach, presidente del Comité Olímpico Internacional (COI), pidió que se dé una «calurosa bienvenida» a los atletas participantes en Tokio, que están pasando a los estrictos protocolos Covid para evitar contagios.
El dirigente hizo esta petición tras mantener un encuentro en Tokio con el primer ministro nipón, Yoshihide Suga, y otros responsables de la organización japonesa a los que informó sobre la implementación de las medidas adoptadas para la celebración de la competición deportiva y otros detalles de los preparativos.
«Las estrictas medidas recogidas en las guías para participante están en marcha, se están aplicando y están funcionando», dijo Bach, quien puso como ejemplo el régimen de test y el hecho de que solo haya habido tres positivos en atletas entre las en torno a 8 mil pruebas hechas hasta ahora a los participantes a su llegada al país.
Además, el máximo responsable del COI también señaló que aproximadamente el 85 por ciento de los residentes de la Villa Olímpica, que incluye también a personal vinculado a los atletas, llegarán a Japón vacunados y que el porcentaje asciende a casi el 100 por ciento en el caso de los miembros del organismo que preside y otro tipo de personal.
«Pido al pueblo japonés que dé una calurosa bienvenida a los atletas de todo el mundo que, como ellos, han superado tanto retos, han entrenado muy duro durante años y que anhelan este momento», añadió Bach, que aseguró que todo los implicados «viajan en el mismo bote y reman en la misma dirección», la celebración segura de los Juegos.
Bach considera que esta justa «serán históricos por muchas razones diferentes»: su aplazamiento inédito, los retos a los que ha hecho frente y el seguimiento que tendrán por parte de «miles de millones de personas» que estarán pendientes de la pantalla.
Cabe destacar que los japoneses se muestran inquietos por los Juegos y su potencial para convertirse en un foto de contagios de covid en un momento de repunte de casos en la capital, una preocupación compartida por los expertos sanitarios que asesoran al Gobierno nipón.
Existen estrictas restricciones sanitarias en dicho país, que han afectado al evento, incluida la retirada de la vía pública de la mayoría del relevo de la antorcha olímpica en Tokio antes de su llegada al estado olímpico para la inauguración, prevista el próximo 23 de julio, sin embargo los organizadores mantienen su postura de celebrar unos Juegos «seguros».
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