Los organizadores de los Juego Paralímpicos de Tokio, anunciaron que en honor a los para atletas de Afganistán, la bandera de ese país aparecerá en la ceremonia de inauguración de la magna justa, como señal de solidaridad, ya que no podrán participar en el evento.
Un representante de al Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (Acnur) portará la bandera afgana en la ceremonia que tendrá lugar en el Estadio Olímpico de Tokio.
En rueda de prensa, el presidente del Comité Paralímpico Internacional, Andrew Parsons, dijo que se trata de un gesto de solidaridad con los atletas: «no podrán estar en Tokio debido a la situación de su país después de que los talibanes tomaran el control de la capital, Kabul.»
Los organizadores aspiran a que la presencia de la bandera sea «un mensaje de paz» para el resto del mundo, explicó Parsons en su comparecencia ante los medios en Tokio en la víspera de la apertura de los Paralímpicos, que tendrán lugar en la capital nipona hasta el próximo 5 de septiembre.
La taekwondista Zakia Khudadadi y el atleta Hossain Rasouli tenían previsto estar en Tokio en representación de Afganistán, pero no podrán hacerlo debido al cierre de los vuelos comerciales del aeropuerto de Kabul y a la compleja situación de seguridad en su país.
Khudadadi, quien se iba a convertirse en la primera mujer en representar al país de Oriente Medio en unos Paralímpicos, publicó un vídeo a través de las redes sociales la semana pasada pidiendo ayuda para poder participar en los Juegos de Tokio.
Quien sí competirá en la capital nipona es el nadador Abbas Karimi, nacido en Afganistán pero que formará parte del equipo de refugiados debido a que se marchó de su país con 16 años.
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