Querétaro perdió 115.3 millones de pesos por los incidentes violentos registrados en las gradas del Estadio Corregidora, durante el partido ante Atlas de la jornada 9 del pasado torneo.
Una de las más grandes tragedias en la historia del fútbol mexicano, ha tenido como consecuencia un castigo merecido pero grabe para la Institución de los Gallos Blancos de Querétaro.
La gresca del 5 de marzo causó que en un sólo día los Gallos de Querétaro perdieran más de 100 millones de pesos, en una reacción en cadena que dejó como consecuencias pérdidas de patrocinadores, reducción de ingresos, pago de multas, sanciones y gastos que no estaban contemplados antes de los enfrentamientos entre seguidores de ambos equipos.
El monto total asciende a 115.3 millones de pesos, pero en la demanda que presentó Querétaro a las autoridades sólo pide 21.3 millones de pesos como reparación de daños, debido a que se les pidió acelerar el proceso y tuvieron menos tiempo de presentar las pruebas.
Gallos perdió 40 millones de pesos que se debían de recaudar entre boletos y el ‘Bono Gallo”, más un reembolso por patrocinio de cinco millones a una marca de alimento para mascotas, otros cinco millones para la cervecera, cuatro millones al supermercado que aparece anunciado con los queretanos, otros cuatro millones por concepto de “Grúas Corregidora” y 11 millones nombradas como “pérdidas de tarro”.
Además, se computó otro daño por 25 millones de pesos, que corresponde a la venta de cerveza y en la demanda se reclaman otros 21 millones, que se pide como indemnización por la cancelación de un contrato de patrocinio con una empresa refresquera, quien decidió dar por terminada la relación con el equipo apenas cinco días después de los enfrentamientos en el Estadio Corregidora, además de gastos de otros rubros, como multas.
La empresa refresquera había pactado desde octubre del 2021 un contrato con los Gallos de Querétaro para vender sus productos en el Estadio Corregidora y tener exposición de marca durante los juegos de local hasta el Clausura 2023. El acuerdo inicial era por 26 millones de pesos, de los cuales sólo se pagaron seis y se perdieron 19.5 millones de pesos, debido a la trágica riña durante el partido de Gallos y Atlas.
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