Jugando a un elevado nivel de tenis, el estadounidense McKenzie Mcdonald dió la gran sorpresa del Australian Open y eliminó a Rafael Nadal por 6-4, 6-4 y 7-5, cortándole el objetivo al manacorí de poder defender su corona.
Por más sorpresivo que parezca, Rafael Nadal está fuera del Abierto de Australia. Mackenzie venció al vigente campeón del torneo, que desde el final del segundo set jugó lesionado tras hacerse daño a la altura de la cadera de su pierna izquierda, diciendo adiós a sus opciones de revalidar el título que consiguió en 2022 ante Daniil Medvedev.
El estadounidense, que hace tres años solo fue capaz de sumar cuatro juegos ante Nadal en la misma ronda de Roland Garros, aprovechó la ventaja de jugar bajo techo, unas condiciones más cómodas para su juego.
Así, Mcdonald construyó un inicio de partido espectacular, colocándose 6-4, 2-0 ante el campeón de 22 torneos del Grand Slam en la Rod Laver Arena, ofreciendo una resistencia férrea ante el No. 2 del ranking mundial.
Nadal reaccionó, elevando su nivel para alcanzar su mejor estado de forma en el partido. En ese momento, sin embargo, el español se lesionó corriendo hacia un tiro del estadounidense y esa jugada condicionó el resto del encuentro.
Los tiros de Nadal a zurda cambiada siempre se toparon con una respuesta del otro lado de la red. El norteamericano, que se abrió camino en la tercera ronda tras su victoria ante Brandon Nakashima, jugó con inteligencia y desplegó su mejor tenis en mucho tiempo.
Aunque Nadal regresó a la pista después de recibir tratamiento en el vestuario, con la clara idea de seguir jugando, la realidad demostró que eso era imposible para el campeón de 22 títulos de Grand Slam, teniendo nula movilidad en las piernas y dejando en sus brazos la responsabilidad del ataque.
De esta manera, McKenzie Mcdonald chocará con el siempre complicado japonés Yoshihito Nishioka, buscando por primera vez el acceso a cuarta ronda del Major australiano.
Finalizando el encuentro, con la bolsa al hombro, paso lento y cabizbajo, Rafael Nadal encaró el túnel de vestuarios. La estampa se produce después de que los problemas físicos volviesen a ser protagonistas en su derrota en un Grand Slam. Esta vez la cadera le impidió competir a su máximo nivel.
“Estoy cansado, triste, decepcionado”, expresó Nadal después del partido en la sala de prensa. “A partir de aquí, supongo que cuando las cosas avancen se tomarán las decisiones adecuadas, porque quiero seguir jugando a tenis. Dicho esto, no penséis que quiero dar un paso atrás, no es el caso, pero mis sensaciones actuales son malas”.
El español de 36 años se sinceró sobre una situación que cada vez se ha hecho más habitual. En los últimos tres Grand Slam ha terminado con importantes molestias físicas, que han conllevado un tiempo considerable de recuperación.
“Es evidente que es otra vez, que en los últimos tres Grand Slam no he podido terminar ninguno en condiciones: dos roturas de abdominal, aquí no sé qué pasa en la cadera…”, recordó el campeón de 22 Grand Slam. “Podemos venir aquí, poner buena cara —que lo hago— y aceptar las cosas —que también lo hago— pero uno no tiene que engañarse a sí mismo y hacer un discurso optimista cuando no lo es a día de hoy”.
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