Ni el gran nivel de Zverev ni las molestias físicas pudieron acabar con la estancia de Daniil Medvedev en California: con parciales de 6-7, 7-6 y 7-5 el ruso se quedó con el pasaje a los cuartos de final en el segundo partido más largo de la presente edición de Indian Wells.
Choque de estilos, rivalidad íntima llamada a ser fundamental en el devenir del tenis en el presente y futuro y, en definitiva, espectáculo garantizado. La lentitud de las pistas, lo mucho que se conocen entre sí y la falta de claridad en algunos tiros por la dificultad de desbordar al rival, hizo que se agruparan los errores no forzados a ambos lados de la cancha.
El ruso no solo tuvo que sobreponerse a una primera manga en contra sino que también tuvo que lidiar con una torcedura en el tobillo que sufrió en el segundo set tras una fea caída.
Los servicios médicos del torneo trabajaron en un tobillo que parecía inflamado y Medvedev volvió a la pista central de Indian Wells para firmar una gran remontada ante un Zverev muy desafortunado para cerrar los ‘break’ (solo convirtió 2 de las 17 bolas que tuvo para romper el saque de su rival).
Quinto cabeza de serie de Indian Wells y el único capaz de derrotar en lo que va de año al número uno del mundo, el serbio Novak Djokovic, Medvedev no ha perdido un partido en 2023 desde que cayó en la tercera ronda del Abierto de Australia.
En cuartos de final en el Paraíso del Tenis, el moscovita se enfrentará a Alejandro Davidovich Fokina, que venció este martes en octavos al chileno Cristian Garín por 6-3 y 6-4 en una hora y 24 minutos.
Al margen de su impactante remontada a Zverev con el tobillo entre algodones, Medvedev, como ya hizo en días previos, volvió a quejarse este martes de la pista del torneo californiano por su lentitud.
«Esta pista es una desgracia para el tenis (…). ¿Y lo llaman pista dura? Qué vergüenza llamar a esta horrible pista una pista dura», afirmó Daniil tras perder el primer set.
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