La FIA determinó prohibir cualquier declaración política, personal y religiosa a los pilotos durante los Grandes Premios a partir de la temporada 2023.
En los últimos años los pilotos en la Fórmula 1, han usado su posición como figuras influyentes para manifestarse a favor o en contra de distintos movimientos sociales, como la brutalidad policiaca en Estados Unidos, la discriminación o explotación ambiental, por ello, la Federación Internacional de Automovilismo (FIA) determinó modificar una de sus reglas para mantener el ‘control’ sobre las declaraciones de los pilotos y evitar problemas de índole político.
El artículo 12.2.1 del reglamento de la FIA establece que, «la formulación y exhibición de declaraciones o comentarios políticos, religiosos y personales que violen el principio general de neutralidad» serán considerados como una infracción a menos que hayan sido aprobados en una solicitud previa por escrito del piloto en cuestión por la propia FIA o las autoridades deportivas correspondientes que apliquen de acuerdo a la jurisdicción en cuestión.
Lo que significa que a partir de la temporada 2023, ningún piloto de la parrilla podrá hacer declaraciones «declaraciones políticas, religiosas y personales» que atenten contra la neutralidad, lo que significa que no podrán mostrar apoyo a la comunidad LGBTT+, o al ‘Black Live Matter’.
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Sebastian Vettel, ahora expiloto, junto a Lewis Hamilton de Mercedes, son dos de los miembros que usan su alcance mediático, en el 2022, el alemán portó en su casco los colores de la bandera gay durante su participación en el Gran Premio de Azerbaiyán, país en donde esta prohibida la homosexualidad, durante el GP de Canadá, en el casco del cuatro veces campeón de la F1 se podía leer un mensaje en contra la explotación de las arenas bituminosas.
Hamilton, por su parte, subió en el 2020 al podio del GP de Toscana con una playera que decía “Arresten a los policías que mataron a Breonna Taylor”, una mujer que murió después de recibir varios disparos de la policía en Estados Unidos.
Con esta nueva regulación, la FIA tendrá el control sobre lo que pueden decir o no sus pilotos en los distintos países a los que viajan, una manera de atentar en contra de su libre expresión.
