Con una ceremonia sencilla y sin público fueron inaugurados los Juegos Olímpicos de Tokio, aunque si se difundió la cultura japonesa, la tecnología y hubo un homenaje a todos los trabajadores de la salud, tras un año sin actividad por la emergencia sanitaria en el mundo.
Todo inició con una presentación virtual, que llevo al estadio Olímpico, donde se vio a un niño y una semilla que germinó, tras ello el niño salió caminando para dar paso al conteo con imágenes de Río 2016, y después se apagó la luz para marcar una pausa en el camino, la que apagó los Juegos.
Luego se mostraron imágenes de atletas entrenando en casa, tras aplazar la gran fiesta deportiva, sin embargo llegó el 2021 y la cuenta regresiva inició con gente en acción en medio de la emergencia de salud, lo que encendió el estadio Olímpico.
Así fue la primera parte de esta fiesta inaugural, que se llamó «Separados pero nunca solos».
Entonces, entraron en acción varias personas haciendo ejercicio, lo que significaba el paso del tiempo y de las estaciones para llegar a Julio de este año, viendo la forma en que cambió al planeta y lo que estamos haciendo, conectados a la tecnología.
Más adelante, aparecieron deportistas vestidos de blanco, bailarinas que mostraron la unión entre el cuerpo y el corazón, con cuerdas se entrelazaron, lo que fue un homenaje a los trabajadores de la salud.
Así se dio paso al programa protocolario donde entró el Emperador Naruhito y el Presidente del Comité Olímpico Internacional, Thomas Bach, mientras seis japoneses destacados cargaron la bandera de su país con cubre bocas, entre ellos una rescatista, además de medallistas olímpicos de Juegos de verano e invierno.
Otro momento en esta ceremonia, fue cuando se presentó un bailarín cayéndose, en señal de los que han perdido alguien, por el coronavirus y se hicieron unos segundos de silencio,
Más adelante, inició una tradición japonesa con maderas, mostrando un día de trabajo, estuvieron bailando y pegando con mazos en la madera, lo que reflejó la cultura de trabajo de los japoneses, le acto fue llamado el ritmo de la tradición.
Justo con la madera se presentaron los cinco aros, tomados de la maderas de los árboles que fueron sembrados por los atletas que participaron en Tokio 1964, se entrelazaron para formar los aros olímpicos, símbolo de esta magna justa.
El acto siguió con el premio a Muhammad Yunus quien fue galardonado con un Laurel Olímpico, por parte del COI, tras ayudar a los atletas a ser emprendedores y por trabajar en reconstrucción del tejido social a través del deporte.
Siguió la celebración con una Orquesta sinfónica, con imágenes de deportistas de otros Juegos Olímpicos y fue para dar la bienvenida a los atletas, con lo que se abrió el telón para el desfile inaugural con Grecia, como es la tradición, seguido por el equipo de refugiados e Islandia todos ellos usando cubrebocas.
Los atletas desfilaron al ritmo de canciones de famosos videojuegos durante la ceremonia de inauguración de la competencia, todo inició con al ritmo del «Overture: Roto’s Theme» de Dragon Quest, obra del compositor Koichi Sugiyama.
También sonaron distintas canciones de un total de catorce conocidos videojuegos y que completaron la serie Tales of, Monster Hunter, Chrono Trigger, NieR, Ace Combat, Sonic the Hedgehog, Pro Evolution Soccer, Phantasy Star Universe, Gradius (Nemesis), SaGa y Soulcalibur.
Los argentinos entraron brincando al desfile, los italianos también festejaron este momento, los abanderados de dominicana dedicaron unos pasos de baile, en tanto que algunas naciones desfilaron con pocos deportistas, aunque la mayoría ondearon sus banderas y otros con celular en mano caminaban por el centro de la pista.
México fue la nación número 182 en desfilar, al frente los abanderados, Rommel Pacheco y Gaby López, todos con uniforme de gala, el cual tiene motivos artesanales de Oaxaca, en una solapa se ve el bordado hecho a mano por Tehuanas de dicha región.
Un total de 5 mil 700 participantes de 207 Comités Olímpicos Nacionales tomaron parte en este rito, que se prolongó durante más de dos horas y veinte minutos.
En el evento, regresó el programa artístico, donde se vio a varios niños mover 45 cajas de color, formando el logo de esta justa, incorporando el mensaje de unidad y diversidad, mientras que en el cielo algunos drones formaban figuras con luces, además interpretaron Imagine de John Lennon.
El Presidente del COI, Thomas Bach dijo que hoy es un momento de esperanza: «es diferente de lo que imaginamos, dejen festejar, estamos juntos los atletas de los 205 países, es poder del deporte, mensaje nos da esperanza para este viaje que tendremos juntos, mensaje de respeto, Japón ha hecho un trabajo extraordinario, hace diez años ustedes se subieron a un viaje para traer el espíritu olímpico, viaje difícil, reconstruir a Tokio.
El Directivo agradeció a los deportistas: «agradecemos a los héroes desconocidos por contribuir a contender la pandemia, gracias a los voluntarios, gracias a los deportistas que no sabían cuando podrían volver a entrenar, no sabían si esta competencia se iba a realizar, nunca s dieron por vencidos, están haciendo este sueño realidad, nos inspiran para hacer este momento posible.»
Añadió que nuestra comunidad ha aprendido afrontar los grandes desafíos, la lección que hemos aprendido es que debemos ser más más solidarios entre sociedades, significa más que respeto, significa ayudar, preocuparse.
«Esta es la luz al final de un túnel oscuro de la pandemia, provocó estar separados de nuestra familia, pero hoy en el mundo nos estamos unido en compartir este momento, sea un momento brillante» sentenció Bach.
El momento de encender el pebetero fue por parte de la tenista Naomi Osaka, quien subió una escalera para poner el fuego en un esfera tecnológica que se abrió como un flor, para la recibir la flama olímpica, antes varias figuras del deporte de Japón, un médico y una enfermera, niños y jóvenes hicieron el relevo de la antorcha al ritmo del Bolero de Ravel.
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