Joe Morgan, leyenda de los Rojos de Cincinnati y quién contribuyera a dos títulos de Serie Mundial, falleció este lunes a los 77 años de edad.
2020 ha sido un año de tristes noticias para las Grandes Ligas ya que han fallecido legendarios ex peloteros como Whitey Ford, Bob Gibson, Lou Brock, Al kaline y Tom Seaver.
Morgan murió en su casa en Danille, California debido a una afección nerviosa, problema que le aquejaba desde hace varios años y que le fue minando su salud paulatinamente.
Para muchos expertos, quizá el mejor segunda base de todos los tiempos, este pelotero formó parte de la legendaria “Máquina Roja”, aquel equipo de la década de los 70 que se proclamó campeón dos veces y cuya forma aguerrida de jugar, generó el reconocimiento de todo el beisbol.
En esa década, Joe Morgan compartió vestidor con otras leyendas como Pete Rose, Jhonny Bench y Atanasio “Tony” Pérez, haciendo historia al ganar las Series Mundiales de 1975 ante los Medias Rojas de Boston y en 1976 contra los Yanquis de Nueva York. Antes, en 1972, Morgan jugó su primera Serie Mundial, año en que debutó con Cincinnati.
En el título del 75, Joe protagonizó una historia digna de una película ya que ante los Red Sox, en el séptimo último jugo del Clásico de Otoño, conectó un sencillo en la novena entrada con dos outs que el dio el triunfo a los Rojos. Un año después, “barrirían” a los Yanquis en cuatro juegos.
Joe Morgan jugó 22 temporadas en Grandes Ligas con cinco equipos, pero fue en Cincinnati donde escribió su brillante historia que le valieron ser dos veces MVP ( el jugador mas valioso de la temporada ), ambas, cuando ganaron las Series Mundiales, además de cinco guantes de oro y diez veces fue electo al Juego de Estrellas.
Debutó en 1962 con el equipo Colts 45’s ( que mas adelante se convertirían en los Astros de Houston ) en donde no brilló mucho, sin embargo en 1971 llegó a los Rojos para iniciar su gran historia.
Terminó su amplia trayectoria con 1,650 carreras impulsadas, 268 jonrones, se robó 689 bases y su porcentaje de bateo fue de .271.
En 1990 fue electo al Salón de la Fama de Cooperstown, recinto donde ingresan los mejores peloteros de todos los tiempos.
