En su primera aparición en la papeleta, David Ortiz fue elegido nuevo miembro del Salón de la Fama de las Grandes Ligas y se convirtió en apenas el cuarto pelotero dominicano de la historia en conseguirlo.
‘Big Papi’ obtuvo el 77.9 por ciento de las votaciones emitidas por la Asociación de Escritores de Beisbol de Estados Unidos (BBWAA), con lo que se ganó un lugar en el ‘Recinto de los Inmortales’ de Cooperstown como reconocimiento a su extraordinaria trayectoria de 20 temporadas en la MLB.
Recordado, entre otras cosas, por su poderío a la hora de saltar a la caja de bateo como bateador designado, David Ortiz firmó una carrera en Grandes Ligas digna de compararse con los mejores de todos los tiempos. En sus 20 años de carrera, el dominicano fue elegido 10 veces al Juego de Estrellas, ganó en siete ocasiones el Bate de Plata y pegó 2 mil 742 hits, de los cuales 541 fueron cuadrangulares. Además, levantó tres títulos de Serie Mundial (2004, 2007, 2013) y en el último de ellos fue condecorado como el Jugador Más Valioso.
‘Big Papi’ comenzó su andar en Las Mayores con los Minnesota Twins y posteriormente llegó a los Boston Red Sox, donde con el tiempo se convertiría en uno de los más grandes peloteros en la historia de la franquicia. Esto debido a que su aporte fue fundamental para que los de Fenway Park lograran ponerle fin a la llamada ‘Maldición del Bambino’, la cual mantuvo a Boston sin ganar un Clásico de Otoño durante 84 años.
En el 2004, año en que los Medias Rojas exorcizaron sus demonios, David Ortiz fue quien comandó al equipo con sus brillantes actuaciones para recuperarse de una desventaja de 0-3 en la Serie de Campeonato de la Liga Americana ante los New York Yankees, algo que ninguna otra organización había logrado antes frente a los ‘Bombarderos del Bronx’.
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