De esta manera, haciendo un simil con el nombre de la famosa novela de Gabriel García Márquez: Crónica de una muerte anunciada, podríamos definir la efímera etapa de Diego Cocca al frente de la Selección Mexicana de Futbol.
Un despido que se respiraba y sentía desde que se anunció en aquel 10 de febrero que el argentino, muy exitoso con el club Atlas, tomaba las riendas del Tri Mayor.
Y no por incapacidad ya que el joven entrenador hizo un gran trabajo con los Zorros, dándoles primero su primer título de Liga en 70 años en el Clausura 2021 y después, un no menos meritorio Bicampeonato de Liga, al quedarse con el Apertura 2022.
El éxito de Cocca hablaba por sí solo. El problema fueron las formas en un futbol mexicano en donde las decisiones se toman de manera visceral y ponderando siempre y en primer lugar el aspecto económico y no el deportivo.
Tras el estrepitoso fracaso en el Mundial de Qatar 2022, (el peor en los últimos tiempos), y la consiguiente separación del entrenador argentino Gerardo “Tata” Martino, la afición estaba dolida y decepcionada.
Había que tomar una decisión inteligente para seleccionar al siguiente estratega de Tri y los nombres se empezaron a barajar: Guillermo Almada, Miguel Herrera, Ignacio Ambriz y hasta el siempre buscado y ansiado “Mecías”, Marcelo Bielsa a quien por enésima ocasión, volvían a poner en la palestra.
El ungido fue Cocca, pero la designación fue criticada como lo hubiera sido cualquier otro nombre, ya que lo que no termina son las pugnas internas por el poder de la Selección Mexicana.
Grupo Pachuca con Jesús Martínez por un lado y Grupo Orlegi por el otro con Alejandro Irarragorri por el otro, sin dejar de considerar a las televisoras Televisa y TV Azteca, que también tienen una gran influencia en la toma de decisiones.
COCCA ESTABA SENTENCIADO
Al final, de aquel mes de febrero de designaciones, Diego Cocca fue el “destapado” que nadie esperaba. Tomó la “papa caliente” y se “quemó”, aunque él mismo sabía que esa posibilidad era muy latente.
Una efímera gestión de 129 días (4 meses) en donde sólo alcanzó a estar al frente del Tri, 7 encuentros, con 3 victorias, 3 empates y una sola derrota, pero que fue el humillante 3-0 en contra de Estados Unidos y que detonó en su despido.
Cocca debutó en la Concacaf Nations League con triunfo de 2-0 ante Surinam y empate a dos contra Jamaica.
Después vinieron una serie de juegos amistosos, empate 1-1 con Estados Unidos, victoria 2-0 ante Guatemala y empate 2-2 con Camerún.
La Semifinal del Final Four de la Nations League, con la goleada en contra 3-0 ante los estadunidenses fue su “Waterloo” y cerraría con un magro 1-0 ante Panamá, para un deslucido tercer lugar en el certamen.
El de Cocca, fue el proceso Mundialista más corto en la historia de la Selección Mexicana de Futbol, sólo superado por los 8 encuentros que dirigió Mario Velarde, rumbo a la Copa del Mundo de Italia 1990.
EL “JIMMY” LOZANO AL RESCATE
Con el prematuro y sorpresivo despido de Diego Cocca y con el torneo de la Copa Oro a unos días de comenzar, la FMF tuvo que buscar a un auténtico “Bombero” para tomar de inmediato las riendas del Tri y el elegido fue Jaime Lozano, quien ya ha estado anteriormente en Selecciones Nacionales, pero con límite de edad.
El Jimmy conoce a varios de los jugadores de la Selección Mayor y era la apuesta más congruente.
Lozano debutó como técnico en el 2017 con los Gallos Blancos del Querétaro a los que dirigió en 36 partidos, con sólo 11 triunfos y al salir del club, tuvo una etapa en Selecciones Nacionales juveniles entre el 2018 y 2021 con muy buenos números ya que en 24 encuentros, ganó 16, empató 6 y sólo perdió dos para una gran efectividad del 75 por ciento. Su gran éxito fue la medalla de bronce en los Juegos Olímpicos de Tokio 2020.
Jimmy Lozano llevó al bronce a México en Tokio 2020
¿Y EL FUTURO?
El Jimmy Lozano sólo será temporal. Después de la Copa Oro, la FMF una vez más se avocará en buscar al siguiente técnico de la Selección y otra vez vendrán las precipitaciones y los proyectos inconclusos.
Hace apenas unas semanas se dieron varios cambios en las altas esferas de la Federación Mexicana de Futbol y a nivel de Selecciones Nacionales, movimientos encabezados por Juan Carlos Rodríguez, mejor conocido como la “Bomba” y que ha estrenado el pomposo y nuevo cargo de Comisionado de la FMF.
El problema del futbol mexicano es que los errores e intereses vienen desde la parte más alta del Organigrama, incluso más allá de este.
Los cambios son solo de nombres, pero no de fondo y forma. Por más que se insista en que se viene una renovada etapa en el balompié mexicano, los problemas seguirán porque no se quiere atacar el problema desde el fondo y desde la raíz, que es la “centavera” y corta visión a largo plazo de los dueños de los equipos de futbol.
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