Tokio se despidió del mundo con una ceremonia sin público, con algunos atletas que hicieron un desfile más corto, agradeciendo a todos los que participaron en la justa y satisfechos por haber organizado unos Juegos seguros en medio de una pandemia.
Los japoneses de nuevo mostraron su cultura, con bailes, con tambores, hasta con una soprano, Tomotaka Okamoto, vestida con un kimono.
Entre videos de los mejores momentos en la Justa de verano y una gran presentación de París 2024, los nipones dijeron adiós tras un año de postergación por el coronavirus.
No podía faltar la premiación de los maratonistas como ya es costumbre, aunque esta vez sin un estadio repleto que pudiera reconocer sus triunfos, pero con sus preseas tras haber realizado un gran esfuerzo en la última prueba del atletismo.
EFE 
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La estafeta fue entregada a los franceses, quienes con un formato de cine, hicieron una gran presentación desde la Torre Eiffel, mostrando a sus deportistas, a su público y esperando la máxima justa de verano, con aviones que hicieron un recorrido con los colores de su nación.
En el estadio Olímpico de Tokio, La gobernadora de Tokio, Yuriko Koike, entregó la bandera olímpica al presidente del Comité Olímpico Internacional (COI), Thomas Bach, quien a su vez la cedió a la alcaldesa de París, Anne Hidalgo.
Después sonó «La Marsellesa» interpretada por la Orquesta Nacional francesa y por distintos músicos en lugares emblemáticos de la capital francesa como el Museo del Louvre o el Estadio de Francia, imágenes que se proyectaron en las pantallas del estadio tokiota.
También interpretó parte del himno francés con saxofón el astronauta Thomas Pesquet desde la Estación Espacial Internacional y con unas espectaculares vistas a la Tierra.
Tokio conectó después en directo con París, quienes estaban contentos de realizar los próximos Juegos Olímpicos, el Presidente francés, Emmanuel Macron, fue el encargado de cerrar la videoconexión con el mensaje «plus vite, plus haut, plus fort, ensemble» (más rápido, más alto, más fuerte, juntos), desde el último piso de la Torre Eiffel.
Así cerró el telón Japón, con el mensaje de esperanza y de agradecimiento por haber realizado la justa olímpica que tardó un año más, con restricciones sanitarias, en formato burbuja, con cubrebocas, pero con historias nuevas en el Olimpo, leyendas, récords, en unos juegos diferentes.
