Los Kansas City Chiefs vencieron 23-20 a los Cincinnati Bengals para proclamarse campeones de la Conferencia Americana y avanzar a su tercer Super Bowl en las últimas cuatro temporadas.
Un gol de campo de 45 yardas convertido en los últimos segundos del juego por parte de Harrison Butker fue lo que catapultó a Patrick Mahomes y compañía rumbo a la victoria para asegurar su lugar en el Super Bowl LVII, donde chocarán con los Philadelphia Eagles en Glendale, Arizona el próximo domingo 12 de febrero.
Como era de esperarse, el partido fue muy cerrado. De hecho, parecía que todo tendría que decidirse en tiempo extra, pero un castigo de rudeza innecesaria cometido por el defensivo Joseph Ossai cuando restaban solamente ocho segundos en el reloj le acercó el balón a los Chiefs para que Harrison Butker pudiera definir el encuentro.
Antes de que lo anterior ocurriera, los Bengals tuvieron el balón en su poder para intentar montar la serie ofensiva que les diera el triunfo, pero se vieron obligados a despejar el balón luego de que Chris Jones consiguiera en tercer down su segundo sack de la noche. Joe Burrow fue capturado cinco veces en el juego.
El quarterback de Cincinnati, que había ganado sus tres enfrentamientos previos ante Kansas City, tuvo un partido realmente complicado ante la incesante presión de la defensiva rival y culminó con 270 yardas aéreas, un pase de anotación y dos intercepciones. Además, fue el líder corredor de su equipo con 30 yardas en cuatro acarreos.
Por su parte, Patrick Mahomes, quien jugó a pesar de sus problemas en el tobillo derecho, lanzó para 326 yardas con dos touchdowns. No fue interceptado, pero en el tercer cuarto cometió el primer fumble de su carrera en postemporada y eso se tradujo en siete puntos para los Bengals.
Al final, los Chiefs lograron cobrar venganza ante Cincinnati. En declaraciones posteriores al encuentro, Travis Kelce lanzó un contundente mensaje: «‘Burrowhead’ mi trasero. Esta es la casa de Mahomes». Esto en referencia al apodo que los aficionados y algunos jugadores de los Bengals le pusieron al Arrowhead Stadium, tema que se volvió tendencia durante la semana y que sin duda calentó los ánimos entre ambos equipos.
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