Los ‘Gunners’ dejaron escapar puntos importantes contra el Southampton y se conformaron con el empate 3-3, la diferencia con el Manchester City se redujo a cinco unidades.
El título de la Premier League aún no tiene dueño, pues el Arsenal que marchaba con paso firme en la temporada se ha comenzado a desinflar, acumula tres empates de forma consecutiva y su ventaja con el Manchester City, segundo lugar en la tabla general, disminuyó a tan solo cinco unidades.
Los ‘Gunners’ se mantienen en el primer lugar de la clasificación con 75 puntos, mientras que, los ‘Ciudadanos’ con dos partidos pendientes, tienen 70 unidades y seis puntos en juego que podrían mandarlos al primer lugar, con la oportunidad de refrendar el título de la temporada pasada. El Southampton por su parte, se mantiene en el último lugar de la tabla general con 24 puntos y un pie en el descenso.
La última vez que el Arsenal se coronó campeón de la Premier League fue en la temporada 2003-2004, bajo las órdenes de Arsene Wenger.
El Southampton empezó arrollador y en menos de quince minutos ya tenía la ventaja sobre el líder de la competencia, Carlos Jonás Alcaraz abrió el marcador del encuentro al minuto 1, con un sorpresivo disparo para el 1-0 y al 14’, Theo Walcott aplicó la ley del ex, con el 2-0, contra todo pronóstico el último lugar de la tabla le estaba dando pelea al Arsenal.
Sin embargo, la respuesta de los hombres de Mikel Arteta no tardó en llegar, Gabriel Martinelli recortó distancias y con un disparó dentro del área clavó el 2-1, tras una asistencia de Bukayo Saka.
Los ‘Saints’ no bajaron los brazos, en el segundo tiempo se volvieron a poner arriba en el marcador con remate de Caleta-Car, quien con un cabezazo puso el 3-1, la escuadra dirigida por Rubén Sellés se saboreaba el triunfo, aunque no por mucho tiempo.
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El Arsenal explotó en los últimos minutos del partido y le arrancó el empate al colero de la clasificación; a dos minutos del final del partido, Martin Odegaard marcó el 3-2 y le dio vida a los suyos, con el tiempo en contra, el empate era lo único a lo que podían aspirar los de Arteta.
Antes del silbatazo final, Bukayo Saka aprovechó una mala salida del portero rival y emparejó los cartones con el 3-3, definitivo.
