El afamado director de orquesta ruso no ha querido dar una postura pública sobre el conflicto y eso lo ha separado de su trabajo con las mejores orquestas del mundo
El conflicto bélico en Europa del Este se ha salido de lo político y está afectando a todas las áreas de la sociedad, entre ellas la cultura. Se han cancelado presentaciones de diversa índole y los conciertos que se tenían programados en las zonas de conflicto no se llevará a cabo por obvias razones. Pero en otros lugares del mundo las actividades con artistas rusos no se llevarán a cabo definitivamente, e incluso algunos han sido despedidos.
Tal es el caso del director de orquesta Valery Gergiev, quien fue despedido como director titular de la Filarmónica de Múnich. Pero también la Orquesta Filarmónica de Róterdam anunció este martes que pone fin de forma inmediata a la colaboración con el director de orquesta ruso. Valery Gergiev es cercano al presidente ruso Vladimir Putin y fue despedido después de que no accediera a “distanciarse abiertamente de las acciones” de Moscú en Ucrania.
En un comunicado, la filarmónica aseguró que “anoche hubo contacto con Gergiev y en esta conversación la brecha resultó ser insalvable”, lo que obliga tanto a la orquesta como a la organización de los Festivales Filarmónicos de Róterdam a “poner fin a su colaboración» con el que solía ser director titular de la orquesta.
Gergiev ha sido director musical del Teatro Mariinsky en San Petesburgo, Rusia, y su Festival de las Noches Blancas. Ahora, ante todo lo acontecido y la mira sobre su persona, el director ha decidido renunciar como director musical del Festival de Verbier, festival suizo de música clásica. El músico ruso de 68 años también fue retirado de los cinco conciertos de la gira estadounidense de la Filarmónica de Viena con sus presentaciones en el Carnegie Hall de Nueva York.
La comunidad artística coincide en que Gergiev es uno de los mejores directores de orquesta del mundo y quienes han trabajado con él lo catalogan como un ser humano extraordinario. El problema ha sido que el director no ha querido declarar públicamente que no apoya la decisión de Vladímir Putin, con quien tiene una amistad desde hace años. Gergiev y Putin coinciden en su gusto por la música clásica, pero también en su postura contra la comunidad homosexual o en la condena contra las integrantes del grupo Pussy Riot, entre otras cosas.
