El proyecto que el dramaturgo y cineasta emprendió en 1996 se aprecia en la fachada del Carrillo Gil
En el Museo de Arte Carrillo Gil (MACG), se inauguró Un lugar en un momento. Prácticas de sitio específico, muestra que reúne una serie de proyectos desarrollados principalmente en las décadas de 1990 y 2000, entre ellos Muerte y funerales de Caín (no homenaje a Siqueiros), instalación concebida para la fachada del museo, la cual Juan José Gurrola ideó en 1996 y fue concebida en colaboración con el fotógrafo Héctor García, la presenta como motivo central el cadáver de una gallina y finalmente, después de 26 años, se presenta al público.
Durante las últimas décadas del siglo XX se realizaron diversos experimentos que encontraron un lugar para la creación y exhibición fuera de los espacios museísticos, o bien, de los lugares o estándares habituales dentro de un recinto. Un lugar en un momento reúne una serie de proyectos que tienen en común haber sido creados a partir de la práctica de sitio específico, la cual puede definirse como la presentación de objetos y/o acciones concebidas con base en el lugar en el que se producen y exhiben; muchas veces estas obras son efímeras y no tienen otra manera de permanencia más que el registro fotográfico, en video o en la memoria de quienes estuvieron presentes.
La exhibición revisita el trabajo de algunos artistas y momentos conocidos en la historia del arte reciente de la Ciudad de México, al tiempo de postular una mirada sobre otros que no quedaron asentados en la narrativa de esos años y que es importante incorporar para reconstruir la complejidad de aquella época.
La propuesta, planteada originalmente en 1996, debe revisarse a partir de los planteamientos vanguardistas del muralismo mexicano, así como la inclinación de Siqueiros por cuestionar los valores de progreso del ideal moderno. La idea de Gurrola funge como una vía para emprender un ejercicio experimental en un espacio museístico que provoca una situación desconcertante e incita a la reflexión: ¿qué significa esa gallina muerta?
Dijo Gurrola respecto a la concepción de esta instalación propuesta para ser colocada sobre la fachada del recinto: “…crea un efecto psico-geográfico de desplazamiento no solo entre los aficionados al museo, sino también en el ciudadano común al encontrarse con una alteración de tipo urbanista y crea un modo experimental como posible manera de trastocar la ciudad”.
La monumental réplica de la gallina que aparece en la obra antes mencionada de Siqueiros alude alegóricamente a la victoria de la democracia sobre los regímenes totalitarios. Esta circunstancia política y su vindicación constituye la trama conceptual del proyecto de Gurrola.
La instalación Muerte y funerales de Caín (no homenaje a Siqueiros)estará colocada sobre la fachada del museo hasta el domingo 27 de noviembre. Contará con un programa de conversaciones en torno a la sitio-especificidad, así como un taller de performance. Al terminar su exhibición, todos los materiales utilizados en la construcción de la escultura serán reciclados o reutilizados.
