El show fue dedicado a la primera mujer sonidera apodada «La socia». Las butacas del recinto no fueron un impedimento para raspar la «chancla»
La noche de este sábado estuvo prohibida la entrada para amargados, nueve de las cuarenta y siete «Musas Sonideras» se apoderaron del Teatro Esperanza Iris, con un homenaje para una mujer que abrió la brecha en la escena sonidera. Guadalupe Reyes Salazar, mejor conocido como «La socia» quien en 1967 comenzó su trayectoria con el sonido Aves del Paraíso, y gracias a su perseverancia, constancia y talento pudo renombrar a su equipo con su apodo.
Rico y sabroso, fue así como se vivió la presentación de Musas sonideras. Entre aplausos y muchas ganas de bailar las musas homenajearon a «La socia», de la mano de estas artistas, se presentaron seis clubs de baile que bajaron del escenario para sacar a bailar a los asistentes.
En palabras de la fundadora y precursora sonidera Marisol Mendoza «La musa mayor» en un momento íntimo y sentimental señaló que «somos el eco de la primer mujer, «La socia», representa a las mujeres porque ella fue hija, esposa, amiga, fue enojona, alegre y sonriente pero sobre todo fue una mujer sonidera».
Una de las primeras en subir al escenario fue «Lupita la Cigarrita», directamente desde Tepito, quién sin duda es un personaje inigualable, que proyecta y transmite su sabrosura y guachaposidad, ya que con su singular y estilo puso a bailar a los asistentes. Finalizando su participación con uno de los éxitos del momento «Me hace daño verte», pidió un fuerte aplauso para sus compañeras y La socia, porque el poder de las mujeres sonideras apenas comienza, fueron las palabras de la Cigarrita.
Pero su presentación no acabo arriba del escenario, pues la más viral, se paseaba del tingo al tango dentro del teatro, invitando a los asistentes a gozar al ritmo del sonidero y con su grito son igual promocionaba la venta de sus playeras «Llevele Llevele de a $250 la playera, ándale para mí regreso».
La falta de pareja en esta noche no fue un impedimento, ya que si no tenías acompañante La Cigarrita, te conseguía pareja para que jamás dejaras de bailar.
Mamá duende también fue una de las que prendió el escenario del Teatro Esperanza Iris, con un mix lleno de cumbias y salsas del recuerdo, de la mano de su nieta, quien pertenece a la tercera generación de sonideras de su familia. Al término de la noche recibió un reconocimiento por parte de su madrina Jaqui Malagón.
Una de las más esperadas por su singular voz y trayectoria fue Jaqui Malagón, ya que durante su presentación los fans subieron al escenario para pedirle los famosos saludos sonideros, la imperdible foto y grabar arriba del escenario. Por si fuera poco todos los asistentes fueron parte de una escuadra de baile que al ritmo de los tambores, bajos y trombones, se volvieron parte del espectáculo creando así la escuadra de baile del Iris.
Directamente desde San Martín Texmelucan, se presentó la más joven de las musas, Oded Rodríguez de Sonido Lunática, que con su juventud y pasión por uno de los oficios más importantes en México, puso un mix lleno de la Sonora Matancera, Huarancheras, llenas de ritmo chinhuenhieson, de la mano de los tambores demostró que las mujeres en la escena sonidera apenas arrancan sus motores y que aún continuarán este gran legado musical.
«La única poblana representando a las mujeres sonideras, somos chingonas»
Cabe señalar, que las musas son representantes de diferentes estados de la república y que se conforman de mujeres a partir de 15 años hasta los 68 años.
Cerrando una noche llena de ritmos, amor, pasión y sobre todo sonideras nueve de las 47 musas agradecieron la asistencia y el apoyo de sus fans, además subieron al escenario a los familiares de «La socia», así como a la compositora del tema Musas Sonideras.
Además, recordaron que está es una de las tres presentaciones que tienen en este mes, ya que se presentarán el próximo 25 de marzo en el zócalo Capitalino, siendo la primera ocasión que se presentan mujeres en esta plancha. Y el 29 de marzo en el Museo Kaluz , cómo parte de la noche de museos.
Por : Gibrany Jazzmeleth
Te puede interesar Fotogalería: Premier del documental «Ojo de diosa»
