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Hay Beethoven para rato: Javier Platas

por | Oct 27, 2020

Con motivo del 250 aniversario del natalicio de Ludwig Van Beethoven El Capitalino platicó con Javier Platas, chelista, docente, divulgador cultural, locutor y conductor del programa La otra versión en la estación de radio Opus (94.5 FM) 

El Capitalino: Aplaudimos y agradecemos la existencia de una de las poquísimas trincheras que quedan para refugiarnos de calamidades virales y existenciales, la estación de radio pública Opus 94 de la que son pieza fundamental tú y tu programa La otra versión están de manteles largos con el aniversario de uno de sus artistas predilectos.

Javier Platas: Sí y casualmente la estación que se llama Opus 94 coincide con una canción muy hermosa de Beethoven que se llama «A la esperanza», que en estos tiempos viene perfecto -así es- en el caso de La otra versión he dedicado todo el año a programar su obra y abordar aspectos poco conocidos del compositor, principalmente hay un tema que me ocupa desde el año de 1987 que tiene que ver con la similitud de pasajes de tres de sus obras con sones mexicanos. No sería un caso aislado pues existen frases musicales en la historia de la música que reaparecen, como el del tema «Dies irae» que se le atribuye a un monje del siglo X, Tomás De Celano y que algunos compositores han utilizado como Berlioz, Mozart, Rachmaninoff o el tema de «La folia» con Scarlatti, Vivaldi, Corelli, solo por citar algunos, el propio Beethoven en su «Novena sinfonía» hay una marcha turca y también hizo arreglos de canciones para violín, chelo y piano de Portugal, España, Irlanda y Escocia es decir conocía música de varios lugares. La música viaja y la música permanece.

EC ¡Beethoven a la mexicana! ¿cuáles son las semejanzas?
JP Otros músicos antes que yo lo han mencionado pero no han investigado a fondo o sistematizado como se requiere, tendríamos que partir del deseo de llegar a la raíz de la transmisión de la música sin dar por hecho que solo es una casualidad y en caso de que así sea que se probara. Es importante señalar que el son mexicano es más antiguo que la música de Beethoven ya documentado por el musicólogo Gabriel Saldívar y el doctor en antropología Jesús Jáuregui autor de El mariachi.He encontrado una gran similitud en su «Tercer movimiento del segundo concierto para piano» con la canción «Pica perica», música que fue prohibida por la inquisición por su letra picaresca y el supuesto roce de los cuerpos de manera lasciva al ser bailados.Luego en el «Cuarto movimiento del tercer Cuarteto op. 18» con el «Jarabe Tapatío», idea que compartió Aaron Coppland con su discípulo Humberto Hernández Medrano que después fue mi maestro de análisis y noté que había un parecido con el huapango y me envió a escuchar este pasaje.Y finalmente el su «Scherzo de la séptima sinfonía» con el»Rascapetate». Hay un músico de finales del siglo XIX y principios del XX Gustavo Ernesto Campa que citado por Alba Herrera y Hogazón que es una musicóloga de principios del siglo XX, cita a Campa y dice literalmente que hay un son mexicano que se llama «Tzopitzahue» que es idéntico nota por nota con el»Scherzo de la séptima» de Beethoven, uno de los cuestionamientos sería entonces ¿ese sonal que se refiere, es el que hoy conocemos como «El rascapetate»?Hay teorías en donde se piensa que Humboldt o su hermano pudiera haber tenido contacto a su vuelta a Europa con Beethoven pero las fechas y lugares no coinciden. La teoría más plausible apunta a un monje jesuita de los expulsados de la Nueva España en 1767 de complicado apellido: Ignaz von Pfefferkorn -que significa grano de pimienta- recorrió parte de México recopilando en lo que más tarde sería un libro, muchos aspectos culturales y sociales del noroeste de México. No olvidemos que los jesuitas son la orden más culta. Así que es muy probable que el señor Grano de Pimienta haya recopilado esta música porque además lo expulsan y se va a Viena donde Beethoven compuso estas obras.

EC Las generaciones siguen pasando y Beethoven no deja de fascinarnos, pareciera que escucharlo es andar sobre una tira de Moebius en donde se puede regresar o reencontrarte…
JP Totalmente, ahora estoy redescubriendo la «Sinfonía n.º 8 en fa mayor, op. 93», que es así como el patito feo de las sinfonías porque no se toca mucho y encuentro que es una sinfonía bellísima, donde Beethoven hace como una mirada al pasado, él mismo le llamaba mi pequeña sinfonía en fa para distinguirla de la gran «Sinfonía n.º 6 en fa mayor, op. 68, La Pastoral».

EC ¿Qué fue lo último que te volvió a sorprender el maestro a 250 años de su nacimiento?
JP Hay una pieza que no está en su catálogo formal, es su primera obra, unas variaciones para piano que hizo ¡cuando tenía la edad de 10 años y son sorprendentes! y también las versiones más recientes de las sinfonías, estoy encantado con la Orquesta de Cámara Danesa dirigida por Adam Fischer. Hay Beethoven para rato -sonríe y se le ilumina la cara- como dice José María Álvarez, «Beethoven hasta en la sopa».

EC Su obra es inmensa en todos los sentidos ¿qué debería ser lo infaltable de su música en nuestra mente individual y colectiva?
JP Se forma un triángulo poderosísimo con una fuerza física y espiritual que no tiene parangón, se puede filosofar alrededor de la música de Beethoven el goce estético con tres de sus obras; su «Novena sinfonía», que es un testamento espiritual de los valores humanos más altos y que Bernstein tomó en 1989 para darle voz a la caída del muro de Berlín, como una especie de Himno a la humanidad con un mensaje de libertad universal que tomó de Schiller. La «Sinfonía 3» que es un parteaguas en la historia de la música como la primera sinfonía de grandes dimensiones. Beethoven la habría compuesto para Napoleón Bonaparte pero al autoproclamarse éste como emperador en 1804, tachó el título y sobrescribe «a la memoria de un gran hombre». La traición a unos ideales en el segundo movimiento es una marcha fúnebre como si Napoleón hubiera muerto, con variaciones musicalmente sorprendentes.Y la «Quinta sinfonía»,que con cuatro notas, el famoso acorde ta-ta-ta-taaa, algo muy pequeño ¡hace algo enorme! con esos cuatro ladrillos construyó un momento musical genial.

EC ¿Nos puedes compartir algún aspecto poco conocido del Maestro?
JP Bueno además de sus obras portentosas como compositor, Beethoven fue un extraordinario pianista, sus «32 Sonatas para piano» son una especie de resumen de la historia de la música hasta el momento que las terminó, además era un maestro de la improvisación. El 22 de diciembre de 1808 hay un célebre concierto en donde estrena la «Quinta sinfonía», la»Sexta», la «Fantasía coral» y además improvisó una buena parte. Muchas de sus obras para piano, por ejemplo 5 conciertos tienen carácter improvisatorio.

EC Te esfuerzas en la reivindicación de una mirada más humana para hacernos una idea del sordo de Bonn, algo que me parece maravilloso porque es seguir acortando distancias con él, con su obra y con nosotros.
JP Mira hay un investigador italiano Luca Chiantore especialista en su obra para piano y él dice que Beethoven nunca existió que en realidad es una idea que nos hemos hecho a través del tiempo, se le atribuyen tantas proezas como si fuera un Dios, algo fuera de este mundo y no es así, porque Beethoven era plebeyo. Tenía problemas, muchos problemas de hecho. Conocemos parte de sus pesares como sus problemas de audición, la intención de terminar con su vida y podemos ver la vulnerabilidad de un ser humano debajo de ese titán de la música.

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