Fue el 8 de diciembre de 1943, cuando nació una leyenda del rock and roll y que hasta la fecha sigue vigente
Es 1943, en Europa aún se desarrolla la Segunda Guerra Mundial, un conflicto bélico que cobraría la vida de millones de personas alrededor del mundo, la gente estaba enfocada en sobrevivir, las expectativas no eran las mejores, sin embargo ahí estaban.
En una pequeña localidad en el estado de Florida en los Estados Unidos, nacería la leyenda del rock, uno de los personajes más importantes e influyentes en este género, James Douglas Morrison, quien posteriormente se conocería mundialmente como Jim Morrison.
Sus padres fueron un militar de nombre George Stephen Morrison y Clara Virginia Clarke, no fue hijo único, tuvo dos hermanos: Anne y Andy Morrison.
Por la profesión de su padre constantemente se mudaba, iba y venía de varios cuarteles, eso junto con el hecho que escribía poesía, pintaba y leía ferozmente, fueron puntos claves para desarrollar su personalidad. Nunca fue apegado a los lugares o personas, era un alma libre.
Las coincidencias no existen, estudió cine en la Universidad California de Los Ángeles (UCLA), donde fue compañero del gran Francis Ford Coppola, a pesar de los planes de estudio y el esfuerzo al haber ingresado ahí, decidió seguir su corazón y dedicarse a su verdadera vocación: la poesía.
El nacimiento del rock and roll coincidió con mi adolescencia, mi entrada en la conciencia. Fue una verdadera conexión en ese momento y después. Aunque no pude permitirme fantasear racionalmente para hacer ese vínculo yo mismo. Supongo que todo ese tiempo estaba inconscientemente acumulando información y escuchando. Así que cuando por fin sucedió, mi subconsciente había preparado todo.
Durante el tiempo que se dedicó a la poesía, el Poeta del Caos empezó a probar con sustancias psicodélicas; estuvo con muchas mujeres pero el gran amor de su vida fue Pamela Courson, quien a pesar de las infidelidades de Jim, logró perdonar cada una de ellas.
The Doors nació de manera sorpresiva, el mundo los juntó para hacerlos grandes, tras varios cambios en la agrupación, la alineación estaba perfecta: Ray Manzarek en los teclados, Robby Krieger en la guitarra, John Densmore en la batería y como vocalista, Jim Morrison.
La banda lograría 9 materiales discográficos, seis con Morrison y tres sin él; claramente se notaba la ausencia del vocalista, People Are Strange, Riders on the Storm, Break on Through, Roadhouse Blues, The End son solo algunos de sus éxitos que marcaron a toda una generación que hoy son padres, madres o abuelos.
El Rey Lagarto murió un 3 de julio de 1971, a la edad de 27 años por un paro respiratorio; aún fallecido su muerte estaría llena de controversias, se uniría al famoso club de los 27 junto con Janis Joplin, Kurt Cobain, Jimi Hendrix o Amy Winehouse.
Dicen que los grandes no mueren, sólo trascienden y jamás son olvidados, Jim Morrison nunca ha muerto, porque en cada canción reproducida, en cada disco comprado, en cada documental visto, el Rey Lagarto nos espera para seguir rockeando por toda la eternidad.
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OM
