Tras tres años de remodelación, el recinto de Jerusalén, recibirá a los visitantes a partir del 1 de junio
La histórica Torre de David en Jerusalén, una antigua fortaleza ubicada en el borde occidental de la Ciudad Vieja, ha abierto las puertas de su museo renovado después de un proceso de remodelación que duró tres años y requirió una inversión de $50 millones de dolares costo esta remodelación que incluyó la restauración del icónico minarete que adorna la estructura.
Con más de dos milenios de historia, la Torre de David alberga restos de sucesivas fortificaciones superpuestas. Durante siglos, esta fortaleza ha servido como punto de entrada para peregrinos, conquistadores y turistas que visitan Jerusalén, una ciudad sagrada para el judaísmo, el cristianismo y el islam, a través de la Puerta de Jaffa adyacente.
El antiguo castillo ahora funciona como un museo que se dedica a los 3000 años de historia de la ciudad. Sin embargo, el desafío de condensar esta vasta historia en un espacio limitado de alrededor de 11,000 pies cuadrados (1,000 metros cuadrados) en la Ciudad Vieja, el epicentro del conflicto israelí-palestino, es abrumador. El museo, en su enfoque, se inclina claramente hacia la perspectiva israelí.
El proyecto de remodelación se llevó a cabo durante la pandemia de COVID-19 en 2020, cuando los turistas extranjeros no podían ingresar a Israel y el número de visitantes había disminuido considerablemente. Incluyó excavaciones arqueológicas, recableado, restauración e instalación de nuevas exhibiciones. La restauración del minarete, con sus 400 años de antigüedad, fue un aspecto destacado del proyecto, ya que se buscó preservar su integridad estructural.
Además, se está construyendo un nuevo pabellón de entrada que redirigirá el flujo de visitantes desde la plaza exterior de la Puerta de Jaffa hacia el interior del castillo, convirtiendo así al museo en una «puerta de entrada a Jerusalén», según Eilat Lieber, directora del museo.
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Las nuevas exposiciones permanentes del museo presentan una combinación de pantallas multimedia y artefactos, llevando la experiencia del visitante al siglo XXI. También se exhibe un modelo a escala restaurado de Jerusalén a finales del siglo XIX, diseñado originalmente para la Feria Mundial de Viena de 1873, que añade un toque histórico al museo.
Las exposiciones se centran en temas clave de la larga historia de la ciudad en lugar de ofrecer un recorrido detallado por siglos de conquista, ocupación, destrucción y reconstrucción sucesivas de Jerusalén.
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La Torre de David se esfuerza por ser un «museo inclusivo» y cuenta con exhibiciones que explican el significado de Jerusalén para las tres religiones monoteístas. Una presentación audiovisual captura el ciclo anual de festividades judías, cristianas y musulmanas, mientras que modelos a escala del antiguo Templo judío, la Iglesia del Santo.
G.J.B.S
