Después de 31 años el Museo aumentará su colección gracias a la aportación de ocho obras por parte de la hija del pintor.
Por tercera vez en la historia del Museo Picasso en Francia, recibió donaciones familiares de obras originales del pintor como parte del pago de impuestos de donaciones hacia el Estado francés así como una escultura oceánica de su colección particular, que irá a otro museo de la capital francesa.
Esta fórmula de pago con tasas de arte, fue creada en 1968 por el entonces ministro de la Cultura André Malraux casi a la medida del español instalado en su país desde principios de siglo.
La heredera del artista, Maya Picasso, fue la encargada en llevar a cabo dicho pago de impuestos, brindando seis pinturas, una escultura, un cuaderno de dibujos y una figura de arte polinesio que el artista tenía en su taller ubicado en París.
Es la más modesta de las aportaciones de la familia, pero tiene un gran simbolismo, por ser la primera en 31 años y porque la selección ha sido hecha por la propia Maya, que ha querido dar una visión global de la obra de su padre, asilo explicó Diana Widmaier Picasso, hija de la donante.
Fue ella, junto a su hermano Olivier, quien asistió al acto de entrega de las obras, puesto que la delicada salud de Maya, de 86 años, le impidió trasladarse hasta el palacete que alberga el que ella siempre denomina «el museo de papá». Aparte del Gobierno francés, acudieron los ministros de Cultura, Roselyne Bachelot, que recibió el material, y de Economía, Bruno Le Maire, que ha consentido el esfuerzo fiscal para hacerlo posible.
«Hemos tomado una decisión política. Podríamos haber elegido el dinero, pero hemos optado por el arte»,concluyó el ministro quien también señaló que Picasso muestra la capacidad francesa para acoger el talento extranjero.
Con información de Sebastián Gala
