Ayer 24 de febrero, como parte de las actividades de la Noche de Museos Virtual de la Antigua Academia de San Carlos, se inauguró la exposición a distancia: Efecto COVID. Gráfica desde el confinamiento, culminación del proyecto del Taller de producción e investigación gráfica «Carlos Olachea» de la Facultad de Artes y Diseño (FAD) de la UNAM.
La exposición que fue inaugurada con palabras de reconocimiento del Dr. Gerardo García Luna Martínez, Director de la Facultad y de la Mtra. Diana Morales Galicia artista visual y coordinadora del Taller que estuvo al frente del proyecto, que comentó parte del desarrollo en sus tres etapas: experimentación, producción y exhibición virtual de la obra de las 15 alumnas.
La exposición Efecto COVID que emplea recorridos virtuales, presentaciones y videos testimoniales de las jóvenes creadoras (que se encuentran disponibles en las redes sociales y sitios oficiales de la FAD) hacen una infalible propuesta para conocer las actualizaciones gráficas en tiempos de sanas distancias. Además parece enmarcar a la perfección las próximas celebraciones del Día Internacional de la Mujer, como una muestra de lo que día a día las creadoras tienen que desarrollar (interna y externamente) para llevar a cabo la materialización de su obra.
En esta ocasión es un confinamiento de casi un año en el que estuvieron alejadas de su taller (que implica la falta de instrumentos fundamentales como el tórculo), con bajos recursos para sus producciones, con tiempos divididos entre las clases virtuales, los quehaceres del hogar y los terribles efectos propios de una emergencia sanitaria, pero ante este panorama poco alentador, la respuesta fue la detonación artística de la que hoy nos muestran sus frutos.
Las artistas visuales externaron en un vídeo que acompaña la exposición la necesidad de expresar el abatimiento emocional, la preocupación ante la incertidumbre, los problemas técnicos, pero también la reconexión con la gráfica, la inquietud de resolver las dificultades para lograr la culminación de una obra y la organización a distancia del trabajo grupal e individual como parte de la experimentación y crecimiento. Desarrollaron técnicas y herramientas caseras que conviven con las técnicas profesionales acompañadas de un discurso colectivo.
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Dirigir y coordinar las inquietudes personales que dan voz a cada obra, es una tarea que requiere de la experiencia profesional, la capacidad del trabajo en pero sobre todo de la vocación que se transmite a los futuras generaciones de artistas, capacidades que la Mtra, Diana Morales desempeñó y compartió una última reflexión para El Capitalino a quien agradecemos su disposición:
“Este proyecto nos ofreció varios frutos, en primer lugar la sororidad que pudimos experimentar a lo largo del proceso; saber que es posible realizar piezas interesantes dentro de nuestro espacio íntimo; resignificar nuestras herramientas, materiales, espacios y sobre todo resignificarnos a nosotras mismas para realizar nuestras piezas y saber con certeza que las vivencias fueron y serán un abundante manantial de ideas para la creación de las piezas futuras. El Taller de Producción e Investigación Carlos Olachea, espera haber sembrado la semilla necesaria para que nuestras artistas en ciernes continúen con el ejercicio creativo aún en circunstancias no muy favorables y que esto haya sido un impulso para futuras investigaciones teórico-prácticas”.
