La poesía de Alejandra Pizarnik es un vaivén de figuras y signos que se entrelazan en un lenguaje profundo y conmovedor. En su obra se revela un paisaje poético marcado por elementos distintivos: la vida y la muerte, explora la dualidad entre la creación y el abandono, revelando así su deseo más íntimo de enfrentar la muerte a través de la escritura.
La muerte, manifestada explícitamente en sus versos, no es simplemente un tema, sino un elemento que adquiere protagonismo, aportando intensidad y riqueza a la voz de Pizarnik. En su poesía, la autora se sumerge en la creación como un acto de resistencia ante la destrucción. A través de la escritura enfrenta a la muerte, desarrollando un engranaje lírico donde la creación se convierte en una salida por la que la poeta desaparece de la oscuridad.
La noche, el viento y la infancia son elementos poéticos que utiliza para expresar su propia realidad y desdicha. Estos elementos no son simples símbolos, sino herramientas a través de las cuales la autora plasma su experiencia vital. La escritura se convierte en una suerte de refugio donde busca reconstruirse, vivir en la palabra incluso cuando la muerte la acecha en cada instante.
Los versos, impregnados de un oscuro lirismo, evidencian la inclinación de la autora hacia lo sombrío, lo lúgubre y lo frío que se vinculan directamente con la muerte, tema explícito en sus textos. La poesía, entonces, se sumerge en un espacio donde la oscuridad es un elemento transcendente para explorar el significado de su propia existencia y la inevitabilidad de la muerte.
Entre líneas, la dicotomía presente en la obra de Pizarnik no es solo una estrategia literaria, sino un reflejo profundo de su percepción de la vida. La dualidad entre la creación y el abandono, la luz y la oscuridad, se convierte en un medio a través del cual la autora explora su propio sentir y vivir con la muerte, impregnada de esta dualidad, invita al lector a adentrarse en un universo lírico donde las sombras revelan tanto como ocultan, y donde la muerte se convierte en una compañera constante en el viaje poético de la autora.
