El Centro Glenn de la NASA, anunció que su idea fue seleccionada para una subvención del programa de Conceptos Avanzados Innovadores (NIAC), en la que se plantea un nuevo concepto en tapa inicial para la creación de un módulo de aterrizaje en la luna Titán de Saturno que tenga la tecnología necesaria para recoger muestras y traerlas a la Tierra.
Anteriormente, ya se había concebido un submarino que exploraría las costas y las profundidades de los mares del metano de Titán, aunque en esta ocasión, Geoffrey Landis, investigador principal de Compass Lab, explicó un poco a cerca de la luna.
«Está cubierto de compuestos orgánicos protegidos con una atmósfera espesa de nitrógeno y tiene mares de gas natural líquido del tamaño y profundidad de los Grandes Lagos de la Tierra en su superficie. Y debajo de su corteza, Titán es un mundo oceánico, con un segundo océano de agua líquida escondido en las profundidades de la superficie», mencionó.
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Por otro lado, mencionaron que un viaje a Titán es largo, ya que son siete años desde la Tierra, sin embargo, la primera misión es estudiar de cerca, por ello se programó el lanzamiento de un helicóptero de ocho palas llamado Dragonfly para el año 2026, se encargará de explorar la atmósfera y la superficie por dos años.
«Esperamos que el aterrizaje en Titán sea relativamente fácil», mencionó Steven Oleson, líder del Laboratorio Compass e investigador principal del estudio NIAC.
«Titán tiene una atmósfera densa de nitrógeno, 1,5 veces la presión atmosférica de la Tierra, que puede ralentizar la velocidad del módulo de aterrizaje con un aeroshell y un paracaídas para un aterrizaje suave, al igual que los astronautas que regresan a la Tierra», explicó.
Finalmente, Landis indicó que el objetivo es diseñar un concepto de misión moderno y rentable, además de que la parte más complicada es crear oxígeno líquido debido a que las rocas de Titán están hechas de hielo de agua.
GPP
