Provenientes de países como Haití, El Salvador, Nicaragua, Cuba y Honduras, alrededor de 200 migrantes realizaron oraciones para pedir que las autoridades mexicanas les permitan salir de Tapachula, Chiapas.
Actualmente, un gran número de personas se mantienen en incertidumbre pues, hasta el momento, no les han sido entregados los amparos federales para transitar el país ni visas que les permitan trabajar.
Los migrantes argumentaron que cada vez se reducen más sus recursos económicos y no pueden trabajar ya que no tienen la documentación necesaria para buscar empleo en el territorio mexicano. Sin embargo, a pesar de contar con el amparo federal, se denunció que la documentación no es garantía de libertad:
«Migración los rompió (los amparos) y les dijeron que no sirven porque ningún amparo está autorizado, que solo funciona la visa. Sin embargo, el que lleva esa tarjeta (la visa) es regresado de nuevo a Tapachula por parte de las autoridades», lamentó.
Frente a la crisis migratoria y humanitaria que enfrenta la frontera sur del país, se ha hecho un fuerte llamado a la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), autoridades y altos mandos mexicanos, por parte de organizaciones como la Fundación para la Justicia y el Estado Democrático de Derecho (FJEDD), Pueblo sin Fronteras y Asylum Access México, para pronunciarse en contra de las violaciones a los derechos humanos y solicitar información acerca de las deportaciones ilegales, además de cuestionar la estrategia de Estados Unidos y México para contener la migración y detener de inmediato el uso indebido de la violencia.
En consecuencia del actuar de las autoridades, algunos migrantes han decidido salir en pequeñas caravanas y movilizarse por rutas de la sierra de Chiapas que son de difícil acceso para evadir los controles migratorios, sin embargo, los esfuerzos fueron detenidos con duros operativos por parte de las fuerzas de seguridad del Estado.
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VGS
