El Instituto Politécnico Nacional (IPN), ha realizado estudios para conformar un mapa de las poblaciones microbianas que existen en Tamaulipas, el objetivo es evaluar las características para detectar la aplicación en la actividad agrícola, en la biorremediación o el establecer si algunos son resistentes ante algunos antibióticos.
Virgilio Bocanegra García, Doctor en Biología molecular e Ingeniería Genética, es el que lidera la investigación en el Centro de Biotecnología Genómica (CBG), además, señaló que se toman muestras de suelos agrícolas, aguas residuales y superficiales, alimentos frescos así como procesados y de producción ganadera, también toman en cuenta de origen clínico, para así poder clasificarlas en poblaciones.
«Hemos encontrado microorganismos que cubren los tres criterios de estudio, es decir, por su interacción benéfica con las plantas pueden ser útiles para la agricultura; son capaces de degradar contaminantes y se pueden usar para la biodegradación; sin embargo, también son patogénicos para el humano o los animales”, añadió el científico adscrito al Sistema Nacional de Investigadores (SIN) Nivel II.
Así mismo, explicó que este proyecto estudia la ecología microbiana de diferentes nichos de la región además de conocer el cómo afecta a la salud de las personas y animales. Hasta el momento se ha encontrado en aguas residuales algunos organismos resistentes a los antibióticos.
Bocanegra García, mencionó que esta investigación es compleja y a largo plazo, ya que contiene varias aristas y es necesario estudiar los posibles cultivos para tener una evaluación del perfil microbiano y su forma de actuar. Con esto se da un punto de partida para algunas tomas de decisiones encaminadas para la salud de los ciudadanos.
También te puede interesar: IPN trabaja en rescate del Cerro de la Bufa en Zacatecas
El investigador politécnico dijo que en el momento que un microorganismo drogorresistente tiene contacto con una bacteria inocua, ésta puede obtener sus características y posteriormente generar un problema resistente ante los antibióticos trasmisible a alguna bacteria patógena, con lo cual hay una posibilidad de que sea más peligrosa.
“Si son de origen clínico el reporte se entrega a los médicos, los de tipo veterinario se proporcionan a los productores y los relacionados con el medio ambiente se hacen llegar a las instancias encargadas del manejo de los sistemas de agua y de riego”, finalizó el integrante de las Redes de Biotecnología y de Salud del IPN.
