Por complicaciones derivadas del Covid-19 falleció a los 65 años de edad Mauro Mendoza, fundador y director de la compañía teatral La Trouppe, agrupación fundamental en la cultura mexicana, que ha hecho reír a varias generaciones de niños y adultos.
Con su nariz roja y sombrero de copa, Mauro inició su compañía con la finalidad de llevar alegría y humor inteligente a las familias. La Trouppe es parteaguas en esta forma de trabajo que a finales de la década de los setenta inició con sus presentaciones en diversos foros de la capital del país.
Mauro es responsable en gran medida de que cientos de niños decidieran dedicarse al arte, mismos que actualmente desarrollan su trabajo en áreas variadas de las artes escénicas. El también dramaturgo y su equipo llegaron a cambiar el concepto de teatro y arte dirigido al público infantil, tanto que su audiencia se alimentaba también de jóvenes y adultos que han ido a sus funciones por motivación propia, sin hijos o sobrinos que los acompañen.
Egresado de la Escuela de Arte Teatral del INBA, integró a sus producciones tanto el clown, como los títeres, juegos de sombras, la música y una variedad de recursos escénicos, que en cada función sorprendían a la audiencia. De acuerdo a la temporada del año o de los sucesos nacionales, de interés para los chavitos, tenía un espectáculo especial, como los navideños, los referentes a la salud o a los animales. Pero si hay un espectáculo tradicional de La Trouppe, es Trouppeteando con los clásicos, con el que recorrieron todo el país e interesaron al público por la música clásica de una manera lúdica.
Mauro construyó universos mágicos a través de los cuales llevo a los niños a explorar géneros, ambientes y mundos, todo a través de la gran imaginación que lo llevaba a dar vida a todo tipo de objetos que se convertían en los protagonistas de algunos de sus espectáculos. La Trouppe inició con el pie derecho al representar a México en 1984 en el Festival de Títeres de Nuevo Orleans, en donde prácticamente querían que se quedara la compañía.
Pero además del teatro, Mauro incursionó con su arte en el cine. De la mano del director Luis Kelly, el Trupo, como le decían sus amigos, fue parte fundamental de la creación de la cinta Calacan, un clásico que se volvió de culto, incluso, inspiración de Tim Burton para su filme El Cadáver de la Novia. Calacan se anunciaba como «un pueblo de muertos más vivo que nunca», y cuando se estrenó en la Cineteca Nacional, fue tanta la gente que se quedó afuera y las ganas de verla, que dieron portazo. Calacan participó en los principales festivales del mundo, en Moscú, Finlandia, Alemania, España y Nueva York. En esta última ciudad las funciones tuvieron que ser continuas durante toda la noche
A través de todo tipo de teatros y foros La Trouppe siempre ha ofrecido diversión inteligente y ha dignificado el teatro dirigido al público infantil. Incluso a lo largo del confinamiento, el año pasado la compañía ofreció funciones vía streaming, sin embargo Mauro ya no participó, debido a que se confinó en su casa de Morelos, ya que tenía problemas renales y quiso cuidarse para evitar el contagio de Covid, aunque finalmente adquirió el virus.
Mauro Mendoza murió el 6 de enero, paradójicamente uno de los días más importantes y significativos para la compañía. Será difícil nombrar un teatro en su honor, porque estuvo en casi todos y cambió la forma de presentar espectáculos. Queda esperar el homenaje que sus compañeros le rindan, lo que no será fácil, tanto por las condiciones sanitarias como por lo que merece Mauro. Descanse en paz.
