Las manifestaciones culturales fueron una de las aportaciones que Carl Jung hizo a la psicología, afirmaba que la parte más importante del inconsciente no nace de las experiencias personales individuales, sino del pasado remoto de la existencia humana: inconsciente colectivo.
Y ¿Qué ocurre cuando esto se manifiesta en los sueños con la imagen de un hombre? La respuesta está en ‘El hombre de los sueños.
Paul Matthews, es un profesor un poco frustrado, a quien la vida le da una sorpresa al saber que millones de personas, incluida su hija, comienzan a verlo en sus sueños, sin embargo, lo que podría parecer una oportunidad para que su carrera alcance nuevos vuelos se convierte literalmente en una pesadilla.
Pues sus apariciones nocturnas toman connotaciones negativas, es así como Paul y su entorno se ven expuestos y son obligados a tomar decisiones que los llevan al límite.
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Lo real y lo onírico se fusionan para hacer una disección sobre lo efímero y lo cruel de la fama, así como la cultura de masas que hay en torno a la misma.
Además, los sueños, como metáfora de las redes sociales, que otorgan el status de celebridad a gente que no aporta nada creando una idealización falsa de algún personaje en específico está más que latente en la trama . A esto se suma el tan famoso y recurrente tema de la cancelación y un paréntesis a las fantasías eróticas.
Divertida, intrigante y al mismo tiempo inquietante es cómo se gesta esta cinta, en la que Nicolas Cage, quien también funge como productor, muestra los alcances que puede llegar a tener como histrión, la mesura proyectada en su papel va desentrañando diferentes matices que se ven en la cinta.
