La mordacidad y el humor negro sobre los lazo familiares vuelven a coincidir en el Nuevo teatro Libanés, ahora con Biby Gaytán y Dalilah Polanco, quienes hacen buena química en la reposición de Una adaptación de la obra española del 2018 ‘El reencuentro’, del dramaturgo Ramón Paso, pero ahora al servicio de los mexicanos es que se ofrece en una puesta
Una adaptación de la obra española del 2018 ‘El reencuentro’, del dramaturgo Ramón Paso, pero ahora al servicio de los mexicanos es que se ofrece en una puesta que nos presenta a dos hermanas que se vuelven a ver las caras después de 20 años.
Ambas son polos opuestos, por un lado hallamos a una mujer sofisticada, que evita la nostalgia del pasado y tiene un gusto excesivo por el orden, además de ciertas manías, en la otra cara de la moneda, hallamos a una mujer amante de la naturaleza, a quien la vida le ha quitado prácticamente todo y busca refugio en su sangre.
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Esto se traduce en un duelo divertido y mordaz, en el que tendrán que superar su pasado para poder tener un futuro, dando lugar a una tragicomedia que muestra la complejidad de las relaciones familiares.
“Con la familia uno se permite ser todo lo desagradable que jamás se permitiría ser con un desconocido, simplemente por vergüenza”, es el adagio con el que arranca la obra y precisamente eso es lo que se atestigua a lo largo de dos actos, en que si bien se trata de una comedia ligera, la disfuncionalidad y lo complicado de las relaciones familiares es algo con lo que todos se pueden identificar.
Anteriormente, protagonizada por Susana Zabaleta y Gabriela de la Garza, en esta ocasión.
Dalilah Polanco, con vasta experiencia en el terreno de la comedia, se adueña del escenario y es quien cosecha, con su picardía y soltura, los momentos más hilarantes traducidos en risas.
Por su parte, Biby Gaytán, quien ha cimentado sus proyectos teatrales en musicales da una buena réplica, pero a mi juicio aún se puede pulir y perfeccionar más explotando las manías y los diálogos de su personaje, por poner algún ejemplo pues la comedia no es nada fácil, sin embargo, el binomio en la práctica consigue un momento desparpajado, dinámico y con buena química.
La puesta, en la que queda claro que nadie puede escapar de la familia, pues ésta siempre te persigue, se presenta sólo los martes y miércoles a las 20 horas en el Nuevo teatro Libanés.
