Sorprendió a todos por el estilo gótico y la visión que tenía del más allá, se hizo de un gran número de seguidores con sus películas en los 80 hasta parte de la década del 2000, sin embargo, por alguna extraña y paranormal razón, las cintas de Tim Burton no llenaron el paladar de sus fans, ahora parece que el cineasta ha retomado su esencia y después de 36 años nos presenta una secuela que ha causado muy expectativa, ahora llega al ojo público ‘Beetlejuice Beetlejuice’.
Con un dejo de nostalgia, pero también con aires nuevos, en donde cada personaje tiene su momento, la historia nos vuelve a conectar en la contraposición entre la vida y la muerte, en ésta, después de un deceso inesperado, tres generaciones de la familia Deetz regresan a Winter River.
La vida de Lydia, todavía atormentada por Beetlejuice, se pone aún más intensa por las fricciones que tiene con Astrid, su hija adolescente, quien en medio de su rebeldía se topa con el portal al Más Allá. En medio de la burocracia, la vida y la muerte se conjugan, así como los problemas y es sólo cuestión de tiempo par que alguien diga el nombre de Beetlejuice tres veces para crear todo un torbellino.
Te puede interesar: Feria del Libro Claustro – Editoriales Independientes: Una celebración literaria
Humor negro, nostalgia, secuencias donde la música se convierte en un banquete y en un gozo son los elementos que acompañan a esta secuela, en donde la importancia de coleccionar momentos en el aquí y ahora se convierten en laManivela de esta entrega.
Asimismo, hay nuevos personajes que se asoman y que tienen su peso en la historia, como se puede ver en los personajes de Mónica Bellucci o Willem Dafoe; la primera luce bella, como una especie de Morticia rota, pero el lucimiento de su papel queda un poco opacado, por el contrario Dafoe consigue momentos hilarantes en la piel de un actor en el papel de comandante.
Michael Keaton y Catherine O´Hara son aquellos que consiguen los mejores momentos cómicos en la cinta, Keaton brilla su excentricidad y la irreverencia; por su parte Wynona Ryder acompañada de Jenna Ortega, fusionan la nostalgia con la frescura inyectando la fuerza de la familia y la importancia del presente con los vivos.
La atmósfera del Más allá recobra fuerza y nos entrega al Burton del que el público se enamoró, lo estrafalario, lo gótico, lo kitch vuelven a manifestarse con técnicas clásicas, así como en el CGI, aunque en algunas escenas llega a notarse mucho.
En una sumatoria, y aunque para algunos podría ser pan con lo mismo, pero sí es de muertos no tiene desperdicio, la secuela nos entrega a un Tim Burton que regresa a su unicidad y presenta una cinta con ritmo, con humor Irreverente y absurdo en medio de una estética fascinante y llena de nostalgia.
