John Krasinski, luego de presentarnos criaturas escalofriantes y aterradoras como ocurrió en ‘Un lugar en silencio’ (2028), ahora nos presenta a otras pero llenas de ternura y de nostalgia, hechas con animación, las cuales conviven con los seres humanos, tal y como pasó en ‘Mundo Cool’ (1992) o ¿Quién engañó a Roger rabbit? (1998) así es como se asoma ‘Amigos imaginarios’.
Bea, una preadolescente de doce años, atraviesa por un momento difícil que no sabe cómo sopesar, en medio de ello, la joven comienza a ver a los amigos imaginarios de diferentes personas, quienes han sido relegados a las mazmorras del anonimato, con el deseo de ayudarlos, Bea se alía con su vecino Cal en una travesía llena de sorpresas y buenos sentimientos.
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Bajo lo antes citado se engloba una cinta que explora el niño interior, en donde las criaturas son un reflejo de la otredad de la infancia, aquella en la que nos reconocemos con los sentimientos más nobles y puros que a veces desaparecen.
La forma en presentar a los amigos imaginarios se manifiesta en formas entrañables como una bola de pelos inmensa, o una mariquita vintage, ellos son doblados en español por Yordi Rosado y Angélica Vale, respectivamente, el primero tiene una voz inconfundible, mientras que la Vale, tal y como pasó en Coco (2018), su voz es irreconocible y se pone a disposición del personaje.
Asimismo, la cinta enaltece la fuerza de la familia, el mensaje funciona para pequeños y para grandes, aunque en su desarrollo a veces podría parecer un poco rebuscada y que no llega a ningún lado, a ratos se siente dispersa, sin embargo, conforme avanza la trama poco a poco envuelve.
La versión en inglés, la cual saldrá con pocas copias, tiene un doblaje alucinante en el que se encuentran las voces de Steve Carell, Louis Gossett Jr., Emily Blunt, Matt Damon, George Clooney, Maya Rudolph, Jon Stewart, Sam Rockwell, Richard Jenkins, Awkwafina, Keegan-Michael Key, Matthew Rhys, Bradley Cooper, Blake Lively y Amy Schumer.
El resultado en su totalidad es un viaje de emotividad y la melcocha llevada al paroxismo, las cuales se necesitan en estos días, sobre todo no olvidar a ese niño interior.
