El Foro Mundial para la Naturaleza (WWF, por sus siglas en inglés) y Tesco informaron que el total de alimentos que no se consumen en todo el mundo es de 2.500 millones de toneladas, de los cuales 1.200 millones corresponden a explotaciones agrícolas.
Ante estos datos, se estimó que el 40 por ciento de los alimentos cultivados no se consumen, lo cual superó a la cifra anterior, la cual era de 33 por ciento. Es por eso que ambas organizaciones pidieron que se incluya a las leyes de Prevención de las Pérdidas y el Desperdicio Alimentario el problema de desperdicios.
La publicación Enviado a la basura, es la primera cuantificación de las pérdidas totales de alimentos en las granjas desde 2011. El objetivo del documento es destacar los datos sobre la pérdida en las cadenas de suministro y el desperdicio en el comercio minorista y el consumo, de esta manera, la WWF y Tesco piensan que demostrarán cómo contribuye al calentamiento global.
Para producir alimentos se utiliza una gran cantidad de tierra, agua y energía, es por eso que existe un impacto en el cambio climático, pues representa el ocho por ciento de los gases de efecto invernadero (GEI).
Entre los factores que contribuyen a la pérdida de alimentos, Enviado a la basura anuló la creencia de que era un problema de las regiones menos ricas y con niveles bajos de industrialización, pues el informe expone que las pérdidas per cápita en las explotaciones agrícolas pertenecen a las zonas más industrializadas.
Europa, América del Norte y Asia contribuyen con el 58 por ciento de los deseos de las cosechas mundiales.
“Sabemos desde hace años que la pérdida y el desperdicio de alimentos es un gran problema que se puede minimizar, lo que a su vez podría reducir el impacto de los sistemas alimentarios en la naturaleza y el clima. Este informe nos muestra que es probable que el problema sea más grande de lo que pensábamos”
Pete Pearson, líder de la iniciativa mundial de pérdida y desperdicio de alimentos de WWF.
Asimismo, la WWF reafirmó que no se trata de un problema en las regiones en desarrollo, sino una situación mundial, por lo que se desea reducir a la mitad el desperdicio de alimentos para 2030. A pesar de que ya se están desarrollando planes de acción, no se había apreciado la incidencia de las granjas.
Ken Murphy, Director Ejecutivo de Tesco, comentó que la industria deben incrementar sus esfuerzos para abordar el tema, por lo que resaltó la importancia de publicar los datos sobre el desperdicio para cada uno de los mercados.
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Para finalizar, se informó que proporcionar tecnologías y capacitación en las granjas «no es suficiente», por lo que las empresas y los gobiernos deben tomar mejores decisiones respecto a la cadena de suministro y así, lograr una reducción significativa.
MAEP.
