En un año electoral, el Gobierno de la Ciudad de México ha promovido la regularización de 48 asentamientos en Xochimilco, un proceso que formaliza la urbanización en una de las áreas más emblemáticas y protegidas de la capital. Este movimiento ha generado preocupación entre especialistas y defensores del patrimonio, debido a su impacto en las declaratorias de protección de las chinampas y los canales de agua, considerados Patrimonio de la Humanidad desde 1987.
La legalización de estos asentamientos, muchos de los cuales se encuentran dentro del polígono de las declaratorias de Patrimonio de la Humanidad, Área Natural Protegida, sitio de humedales protegidos Ramsar, y Zona de Monumentos Históricos, marca un cambio significativo en la gestión territorial de Xochimilco.
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Este proceso se suma a otras acciones controversiales durante la actual administración, como la apertura de un puente vehicular en los humedales de Cuemanco, en Periférico.
Saúl Alcántara, investigador de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM), ha cuestionado la falta de consulta con Icomos, la organización vinculada a la Unesco, para realizar un estudio sobre el impacto patrimonial de esta regularización. «No puede seguirse fortaleciendo Xochimilco de esta manera, porque va a desaparecer. Apenas están vigentes el 30% de las chinampas desde que se declaró Patrimonio de la Humanidad en 1987″, advirtió el representante de Icomos en México.
En el barrio de Caltongo, por ejemplo, la pavimentación de la avenida Nuevo León, que corre junto a los históricos canales de agua donde aún navegan trajineras, es una muestra de cómo el proceso de urbanización continúa avanzando. La regularización de la propiedad en siete asentamientos de esta área es inminente, lo que podría acelerar la conversión de suelos de uso agrícola a suelo urbano.
Alcántara enfatizó que, sin un plan de conservación y un análisis detallado del impacto patrimonial, el futuro de Xochimilco está en peligro. «Prácticamente seríamos testigos de la desaparición de la agricultura lacustre de Xochimilco; todo se volverá suelo urbano», concluyó.
