La Merced es un barrio sagrado, un barrio bendito, de trabajo, que abre los ojos de madrugada lo mismo para la vendimia que pelear por los sueños enfundado en unos guantes.
En el corazón de este centro de comercio, uno de los más importantes de la Ciudad de Mexico, hay un gimnasio, donde un grupo de boxeadores buscan convertirse en los futuros campeones de distintas divisiones.
El nombre del gimnasio lo dice todo: “Los Recios de la Merced”. Ahí practican “puros recios” y entrenan todos los días, según nos explica Julián Chicano Rivera, “El Recio Mayor”, exboxeador y ahora entrenador.
“Pásele, pásele, qué va a llevar”. La vendimia está a todo lo que da, es sábado y los negocios, puestos callejeros y locales del mercado están llenos de gente. Están los que venden carne, embutidos, frutas, verduras y comida preparada. Son cerca de las 10 de la mañana y estamos por llegar a un “sábado de sparrings”.
Nos abrimos paso entre las decenas de personas que buscan sus mercancías, cuyos olores se mezclan en las calles. Así llegamos al mercado Merced Plaza 2000, recorremos sus pasillos hasta encontrarnos con la imagen de Nuestra Señora de las Mercedes, y subimos por unas escaleras al primer piso; desde ahí se observa un mural del histórico nocaut de Juan Manuel Márquez a Manny Pacquiao, aquel diciembre de 2012. A un costado está el gimnasio, donde los boxeadores –hombres y mujeres– se preparan para sus encuentros de sparring.
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La Merced, zona comercial desde la época prehispánica
El origen del barrio de La Merced se remonta a la época prehispánica, pues ahí se gestó el mito fundacional de Teotihuacán: el águila devorando a una serpiente posada sobre el nopal encima de un lago.
El nombre se debe a la construcción del Ex Convento de Nuestra Señora de la Merced, uno de los más importantes en la Colonia; pero mucho antes, de acuerdo con historiadores, en la época prehispánica había una gran actividad comercial y se le denominó El Parián en el siglo XVII, después El Volador en el siglo XVIII hasta ser conocido desde el siglo XIX como el Mercado de la Merced, uno de los más antiguos de México y América Latina.
A este complejo comercial se suma el Mercado de Sonora y son los centros de abasto más importantes de la capital mexicana. Se dividen en 11 zonas donde se expenden frutas, verduras y legumbres; en otra, hay carnes y romería; otro espacio es para comidas, además de la zona de flores, de dulces y de infinitos productos que incluyen a los artículos esotéricos. También, por qué no decirlo, en sus alrededores hay una amplia zona de prostitución.
En el barrio además hay plazas, iglesias y monumentos históricos que merecen ser visitados. Esta zona es accesible por la estación de la Merced de la Línea 1 del Metro. Y en medio de todo ese bullicio se gestan campeones de boxeo.
Aquí se forjan campeones
Con muros tapizados de espejos, mancuernas, guanteletas, vendas, manoplas, caretas y una vitrina con varios pares de guantes de box, así nos recibe el gimnasio. Al ingresar pasamos entre costales, peras y varios hombres y mujeres que ya practican sus golpes: el jab, el recto, el croché, el gancho, el hook, el uppercut y el swing… En una de las paredes se lee en un cartel: “Fue un mal momento, no un mal día ni una mala vida, así que ¡Ánimo! Todo tiene una solución”.
Al final de las instalaciones hay dos cuadriláteros donde los peleadores esperan ansiosos subir para los combates. A un costado de uno de ellos, el Chicano Rivera, doble campeón nacional y latino del Consejo Mundial de Boxeo, peleador hecho en el barrio de Tepito, nos cuenta su historia y la de su gimnasio.
Desde hace algunos años es el principal forjador de campeones. Todos los conocen como el “Recio Mayor Chicano”.
“Los Recios de la Merced” es un espacio emblemático que fue inaugurado en 2017, nos explica. Por esos costales de entrenamiento, peras y encordados han pasado muchos de los mejores boxeadores mexicanos de la actualidad como Issac “Pitbull” Cruz, campeón plata del Consejo Mundial de Boxeo; Mauricio “El Bronco” Lara, excampeón mundial pluma de la Asociación Mundial de Boxeo; Julio César “Rey” Martínez, campeón peso paja del Consejo Mundial de Boxeo; Jessica Nery Plata, campeona unificada AMB y CMB en peso minimosca; Juan Manuel García Superman; Alán “David Rey” Picasso, campeón juvenil supergallo, entre muchos otros.
“Es una lista larga, porque está hecho en el mero corazón del barrio de la Merced. Lo que queremos es sacar a los muchachos de la delincuencia, de tanto robo, que vean que hay otro lado de la moneda y es el deporte, principalmente para nosotros el boxeo.
“Igual en Tepito, yo soy del barrio, me dedico a dar clases de box, soy entrenador tengo un gimnasio aquí y otro en Tepito”.
Tepito es conocido como el “Barrio Bravo”, una zona también comercial para la clase popular, de gran importancia en la Ciudad de México en la que prácticamente se encuentra de todo, desde objetos antiguos, zapatos y ropa de “marca” hasta armas y drogas; es muy cercano a La Merced.
Aquí en La Merced, continúa el “Recio Mayor”, tenemos casa llena cada ocho días, la entrada es gratuita, quien guste puede venir, en otros (gimnasios) te cobran y hay chavitos que están empezando y no tienen dinero, no tienen sparring ni peleas y aquí siempre hay. Cada dos meses hacemos una función para apoyar al deporte, hacemos funciones de lucha contra el cáncer, otras en apoyo a adultos mayores, todo esto nos ha beneficiado porque el deporte es muy grande y hay que apoyarlo.
-¿Por qué el nombre de “Los Recios”?
Recio es algo fuerte, algo maduro, de choque, tiene mucho esa palabra y “Recios de la Merced” es todo en general. Aquí hay mucha gente muy trabajadora, bien buena, aquí se enseña que el trabajo y la amistad valen mucho.
La gente a veces se deja llevar porque les dicen “te van a robar, te van a tratar mal, te van a tratar feo” y es al contrario. La Merced es un barrio sagrado, un barrio bendito, un barrio recio de trabajo, de pararse a las cuatro de la mañana, de abrir sus carnicerías; ahorita en el boxeo es levantarse temprano, entrenar, por eso “Los Recios de la Merced”.
Es un lugar muy conocido y pegajoso, saben que venir aquí es hacer trabajo recio.
Así día con día “Los Recios” empiezan sus jornadas desde antes de que salga el sol y terminan mucho después de que se ocultó.
A los “Recios de la Merced” llegan desde niños hasta adultos de 60 años o más, a nadie se le niega la entrada, los niños y jóvenes obviamente con el sueño de convertirse en buenos boxeadores ¿y por qué no, en campeones nacionales o mundiales?
“Aquí pueden llegar y trabajar y trabajar hasta convertirse en campeones; ahorita tenemos a Nahum ‘El Chocolate’, que ha sido campeón regional y de barrio, además de campeón puñitos de oro. También mi sobrino ‘El Kid Tepito’, un muchachito que ha sido multicampeón amateur y esperemos que dé el salto a profesional. Aquí cuentan con su entrenador, el ‘Chicano Rivera’, que los va a apoyar, todos pueden llegar si tienen disciplina. El apoyo de la familia y la disciplina es la base de todo”, reitera el entrenador.
¿Qué mensaje les puedo dar? Se le cuestiona y responde casi de inmediato: que todo es posible en esta vida, que me vean a mí, yo disputé el Campeonato Mundial en Argentina, perdí en decisión, fui Campeón Nacional dos veces en México, que es el top en México. Campeón Intercontinental, peleé con lo mejor de lo mejor, y me llevo un grato sabor de boca, sobre todo que para mí lo mejor es el box y lo más bonito.
En medio de ese bullicio y vendimia, “Los Recios” han encontrado su refugio donde se encaminan, en la nostalgia o en la aspiración de un título. Ahí, en esos cuadriláteros, cada uno de ellos escribe su propia historia.
–por: Ricardo Zamora
