El objetivo del evento es convocar a las lideresas más relevantes de las Américas para abordar la agenda urgente de reformas en materia de democracia, igualdad y justicia
La jefa de Gobierno de la Ciudad de México, Claudia Sheinbaum, junto con las lideresas más relevantes del continente, inauguraron el diálogo de Mujeres de América por los derechos y el bienestar, evento que será realizado durante dos días, este miércoles 31 de mayo y jueves 1 de junio.
Claudia Sheinbaum Pardo; Francia Márquez Mina, vicepresidenta de la República de Colombia; Yolanda Díaz Pérez, vicepresidenta segunda y ministra del Trabajo y Economía Social del gobierno de España; Claudia López Hernández, alcaldesa mayor de Bogotá, son algunas de las personas presentes en este evento.
Francia Márquez y Claudia Sheinbaum, este miércoles han iniciado un diálogo con Pepa Bueno, directora de EL PAÍS, por los derechos de las mujeres en una región marcada por múltiples brechas de género y golpeada por la violencia, mesa, a la que se ha sumado con una intervención grabada la vicepresidenta segunda del Gobierno español, Yolanda Díaz, ha centrado la jornada Mujeres de América por los derechos y el bienestar, organizada por el periódico EL PAÍS, en colaboración con Prisa Media, ONU Mujeres y la Administración de la capital mexicana, para reflexionar y debatir sobre el feminismo, la igualdad de oportunidades y la participación de las mujeres en la vida pública.
La conversación ha abordado cuestiones como la relación con el poder, el machismo estructural y el alcance de las instituciones para impulsar cambios significativos. “Las mujeres no llegamos a los espacios de poder para ser floreros”, dejó claro Francia Márquez, quien matizó en todo caso que “el fin del cambio” no está en los despachos de gobierno. “El mayor propósito y el poder real es poder garantizar los derechos de las personas”, prosiguió la vicepresidenta de Colombia antes de mencionar la embestida de los sectores más conservadores de su país contra su trabajo. “Los ataques hacia mí no son solo por lo que propongo, sino por lo que represento, cómo me visto, cómo me expreso, cómo me comporto. Cuando veo esos ataques y agresiones clasistas y racistas, esa está siendo una profunda crítica a la interseccionalidad de raza, clase y género”, resumió.
Sheinbaum defendió la coincidencia entre la defensa de la democracia y la reivindicación de los derechos de las mujeres. “En la lucha de la democracia luchamos por la presencia de las mujeres en la esfera pública”, dijo la jefa de Gobierno de Ciudad de México. “Cuando luchamos por los derechos de la educación pública, luchamos también por los derechos de las mujeres, cuando hablamos de salud pública o cuando hablamos de un trabajo digno, luchamos por los derechos de las mujeres”, ejemplificó. Al mismo tiempo, reconoció que el hecho de que las mujeres lleguen a puestos de elección popular les permite influir desde el Estado para que las políticas públicas sirvan para mejorar las desigualdades que atraviesan las mujeres.
La jefa de Gobierno de Ciudad de México aseguró también que el impulso de las mujeres en la política también sirve para “hacer más consciencia” sobre la necesidad de su presencia en las esferas públicas más altas. Señaló que al socializar este debate también se pueden frenar los discursos de odio contra las mujeres y otros grupos vulnerables. “Estamos en contra de cualquier forma de discurso que incluya el racismo, el clasismo y el racismo”, apuntó.
Pepa Bueno preguntó a ambas dirigentes si el presidente de Colombia, Gustavo Petro, o el de México, Andrés Manuel López Obrador, a quien Sheinbaum aspira a suceder en 2024, son feministas. Márquez optó por responder haciendo referencia a las premisas del cargo que ocupa. “El machismo y el patriarcado atraviesan a todos los hombres hasta que no deconstruyamos esas estructuras”, destacó. La jefa de Gobierno evitó una respuesta directa en cualquier dirección y se centró en describir los cambios que en los últimos cinco años se ha sumergido la Administración pública mexicana en materia de mujeres. “Es cuando más mujeres estamos ocupando más cargos públicos”, añadió, como un guiño a la política de paridad y representación del Gobierno. “Por primera vez hay un gabinete paritario, por primera vez hay una directora del Banco de México o del Instituto Nacional Electoral”, afirmó tras recordar unas palabras del presidente, quien el último 8 de marzo afirmó que “la 4-T ya es feminista”. Aun así, Sheinbaum admitió la existencia de comportamientos machistas, incluso entre compañeros.
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La conversación ha abordado las aterradoras cifras de feminicidios en América Latina. El año pasado cerró con más de 4.000 feminicidios y a eso hay que añadir índices de impunidad por encima del 95% y el hecho de que en la mayoría de los casos las autoridades no clasifican los asesinatos de mujeres como feminicidios. Los datos, no obstante, son alarmantes en todos los ámbitos, empezando por la falta de independencia económica, una de las variables que más obstaculizan el desarrollo de las mujeres. Sheinbaum señaló que el 29% de las mujeres en México dependen económicamente de otra persona, por ejemplo. “En la mayoría de los casos, no es elección propia, es porque se lo ha impuesto la sociedad”, puntualizó.
La vicepresidenta segunda del Gobierno de España, Yolanda Díaz, puso el acento en su intervención en las causas comunes de la lucha feminista y se solidarizó con Márquez y Sheinbaum. “La Ciudad de México, Colombia y España han cambiado mucho. Hoy tienen gobiernos que protegen a las personas, a las mujeres y al planeta”, subrayó Díaz al reivindicar un papel protagonista para las mujeres y al recordar su responsabilidad de llevar a cabo las transformaciones pendientes, sobre todo en el ámbito climático.
