Miles de personas se dieron cita para admirar La Emperatriz 2816, una locomotora de vapor 4-6-4 tipo Hudson construida en 1930. Desde poco antes de las ocho de la mañana, familias enteras comenzaron a abarrotar los alrededores de Avenida Río San Joaquín, Ferrocarril de Cuernavaca, Laguna de Mayrán, Lago Onega y Laguna de Términos, formando filas kilométricas para conocer de cerca la imponente máquina.
Niños, jóvenes y adultos esperaban ansiosos su turno para poder ver a La Emperatriz. Los más emocionados eran los pequeños, quienes, entre comentarios como “es la locomotora de Harry Potter” o “se parece al tren del Expreso Polar”, disfrutaban el ansiado momento de tomarse una foto para el recuerdo.
Personas de diversos puntos del país llegaron a rendir homenaje a esta locomotora de vapor; desde Querétaro, Puebla, Hidalgo, el Estado de México y hasta Zacatecas.
Por supuesto, no pudieron faltar los extrabajadores ferrocarrileros, como Miguel Hernández Beltrán, quien se desempeñó como maquinista en Ferrocarriles Nacionales de México. Hernández comentó emocionado que la llegada de La Emperatriz le hizo recordar su paso por la paraestatal mexicana y, sobre todo, sus más de 30 años operando las “bestias de acero”, como eran conocidas coloquialmente. Durante esos años, visitó muchos lugares y conoció a cientos de personas y compañeros de faena.
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Otro testimonio emotivo fue el de Guillermo Muñoz Reyes, trabajador de la ferrocarrilera nacional, quien señaló que el arribo de La Emperatriz a nuestro país le deja un buen sabor de boca. El antiguo jefe de mecánicos jamás se imaginó la expectativa, curiosidad y admiración que causaría la locomotora 2816.
En punto de las 15:19 horas, la locomotora 2816, La Emperatriz, partió hacia el lugar donde pernoctará antes de iniciar su regreso a la ciudad de Manitoba, en Canadá. Se tiene previsto su llegada a dicha ciudad para el 6 de julio.
