México amplía su regulación de importaciones siderúrgicas, incorporando 72 fracciones arancelarias al esquema de avisos automáticos.
Esta medida abarca todas las mercancías de la Sección 232, como parte de los compromisos con Estados Unidos para monitorear las compras externas de acero y aluminio, en un esfuerzo conjunto por fortalecer la industria regional del acero.
La Sección 232, que otorga al presidente de Estados Unidos la autoridad para ajustar las importaciones en respuesta a amenazas a la seguridad nacional, ha sido el marco legal utilizado para imponer aranceles sobre el acero y el aluminio desde 2018.
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México ha adoptado esta medida como parte de su compromiso de colaboración y ha decidido ampliar su esquema de avisos automáticos para abarcar todas las fracciones arancelarias contempladas en la Sección 232.
La Secretaría de Economía, en un acuerdo publicado recientemente, destacó la importancia de brindar certidumbre jurídica a los agentes económicos involucrados en el comercio exterior, así como establecer reglas claras y precisas para la aplicación de los instrumentos que regulan el comercio exterior.
El diálogo entre la Secretaría de Economía y funcionarios de la Oficina del Representante Comercial de Estados Unidos (USTR) ha resaltado la necesidad de fortalecer el control de las importaciones de productos siderúrgicos.
Como parte de estas medidas, México ahora requiere certificados de molino y de calidad como parte de los requisitos para la autorización de avisos automáticos de importación, lo que proporciona información crucial sobre el origen y la calidad del acero importado.
Estas acciones reflejan los esfuerzos de México y Estados Unidos por garantizar un comercio justo y equitativo en el sector siderúrgico, con el objetivo de fortalecer la industria regional y proteger los intereses comerciales de ambas naciones.
