Los abanderados de los diferentes partidos en liza para la alcaldía de Iztapalapa tuvieron en la noche de ayer su debate, donde mostraron sus cartas, llenas de buenas intenciones que suenan ya repetitivas luego de escucharlas a lo largo de estas dos décadas.
Los problemas de inseguridad y la escasez de agua en la zona caracterizaron el debate de los contendientes, quienes salieron ilesos en aquello de sacarse “los trapitos al sol”. Solo el candidato de Movimiento Ciudadano, David Santiago Villa, fue el más afectado de la jornada.
A lo largo del debate, el aspirante a alcalde se la pasó con débiles amagos hacia la candidata de Morena-PT Clara Brugada, a quien señaló de ofrecer utopías y vender humo. Acusaciones que fueron respondidas por la actual alcaldesa que busca la reelección.
Brugada le espetó que él, antes de formar parte de Movimiento Ciudadano, fue parte del gobierno más corrupto que ha tenido Iztapalapa (no lo mencionó directamente, pero se refería al de la perredista Dione Anguiano) y le dijo que además cobraba sin ir a trabajar. “Por eso te corrimos”, acusó la candidata de Morena.
En pleno debate, Santiago hasta hizo alianza con la abanderada del PRI-PAN-PRD Teresa Curiel, cuando dijo coincidir con ella en la necesidad de que el gobierno de Iztapalapa debe conducirse con transparencia y rendición de cuentas.
Por su parte, Curiel contó durante el debate que ella, a los 16 años de edad fue víctima de secuestro y permaneció durante dos semanas privada de su libertad. Al enfatizar esa amarga experiencia recriminó que en Iztapalapa la seguridad ha sido ineficiente e insuficiente.
Más de lo mismo en una alcaldía que reclama por cambios extraordinarios para mejorar la calidad de vida de sus habitantes.
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LYMA
