En un esfuerzo por mejorar la atención a las personas usuarias de sustancias psicoactivas (SPA), el Instituto para la Atención y Prevención en Adicciones (IAPA) llevó a cabo una capacitación dirigida a 70 profesionales que forman parte de la institución. Este encuentro se centró en la prevención y atención del uso de sustancias psicoactivas a través del modelo de Reducción de Riesgos y Daños, una metodología que pone el foco en la persona, reconociendo sus derechos y buscando alternativas para el tratamiento que rompan con los enfoques tradicionales.

La capacitación abrió con las palabras de Eréndira Raquel Pasaran García, directora de Profesionalización y Desarrollo Interinstitucional del IAPA, quien destacó que el tratamiento histórico de las sustancias psicoactivas ha sido, en su mayoría, desde una perspectiva prohibicionista. “Este enfoque ha contribuido a la estigmatización y criminalización de las personas usuarias de SPA’s, lo cual debe cambiar”, expresó. Pasaran García subrayó la importancia de no solo modificar las prácticas, sino también de hacer una transformación profunda en la filosofía que guía el abordaje de esta problemática.
Por su parte, Fany Pineda Miranda, directora de Prototipos de Atención e Inclusión Comunitaria del IAPA, explicó que la capacitación también incluyó temas sobre la innovación en la política de drogas y en salud mental, con el fin de posicionar al IAPA a la vanguardia internacional en la atención a estos temas. “Nuestro objetivo es brindar una atención más humana, inclusiva y centrada en las necesidades reales de los usuarios”, puntualizó Pineda Miranda.
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En su intervención, la directora general del IAPA, Amaya Ordorika Imaz, reafirmó el compromiso de la institución con el acceso a la salud, especialmente para aquellos grupos históricamente marginados, estigmatizados y criminalizados. Ordorika Imaz remarcó que este esfuerzo es clave para transformar la relación de las personas usuarias de SPA’s y los servicios de salud mental con el gobierno, pues tradicionalmente se ha visto empañada por prácticas como el encarcelamiento, internamientos involuntarios y violencia. “Nuestro trabajo es demostrarles que pueden confiar en nosotros, que lo que ofrecemos es útil, y que lo hacemos reconociéndolos como sujetos de derechos”, expresó.
La capacitación es, por lo tanto, un paso fundamental hacia un cambio de paradigma en el que la atención al uso de sustancias psicoactivas y a la salud mental se centre en las personas, en su dignidad y en su derecho a recibir un tratamiento adecuado. El IAPA se compromete a seguir avanzando en este sentido, brindando servicios que no solo atienden las necesidades de salud, sino que también promueven la inclusión y la no criminalización de las personas usuarias.
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