En un cruce entre lo documental y lo artístico, la exposición Flor de fuego. Rí’yuu ágù del fotógrafo guerrerense Yael Martínez invita a una reflexión profunda sobre la violencia, las desapariciones forzadas y la migración en México, Centroamérica y Estados Unidos. Presentada en la Sala Gamboa del Museo de Arte Moderno (MAM), esta muestra forma parte de la oferta cultural del Instituto Nacional de Bellas Artes y Literatura (Inbal), y estará disponible hasta el 13 de octubre de 2024.
Desde su inauguración el 24 de abril de 2024, Flor de fuego ha capturado la atención del público con 117 imágenes que revelan el trabajo documental de Martínez desde 2017. Estas fotografías, muchas de ellas intervenidas con perforaciones, trazos y manchas de tinta, van más allá del fotoperiodismo tradicional al ser tratadas como objetos artísticos, que reflejan no solo las vivencias capturadas, sino también la cosmovisión de los pueblos originarios.
La museografía juega un papel esencial en la experiencia del espectador, conduciéndolo por un túnel a media luz que destaca las intervenciones de Martínez, haciendo que las imágenes se perciban casi como visiones fantásticas. Cada fotografía se convierte en un testimonio que, además de documentar, narra desde la subjetividad del artista y proyecta la realidad de comunidades afectadas por la violencia y el despojo.
Algunas de las piezas más simbólicas, como Flor del tiempo, Campo de amapolas o La cosecha, capturan la vida en la Montaña de Guerrero, donde se cultiva la flor de la amapola y se extrae su resina. Por otro lado, obras como Abuelo Estrella (2021) o Boda Na Savi (2022) ofrecen un acercamiento a la cotidianidad y las tradiciones de las comunidades de Guerrero, mientras que imágenes como Camino incierto (2022), capturada en Nueva York, narran los difíciles trayectos de los migrantes.
A través de cuatro ejes temáticos: «Días largos de un tiempo extraño», «Esta realidad abrumadora», «La canción de la montaña» y «Todas nuestras imágenes condensadas», Martínez construye una narrativa visual que evoca tanto la resiliencia como la resistencia ante la adversidad. Cada imagen es un portal a historias íntimas, donde el dolor y la esperanza se entrelazan con la memoria y la identidad de los retratados.
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Flor de fuego se erige como una propuesta visual que desafía los límites entre lo artístico y lo documental, invitando a los visitantes a sumergirse en una experiencia sensorial y emotiva, a la vez que reflexiva sobre las problemáticas sociales de nuestro tiempo.
La exposición puede visitarse de martes a domingo en el Museo de Arte Moderno, ubicado en Paseo de la Reforma esquina Gandhi, Primera Sección del Bosque de Chapultepec, en un horario de 10:15 a 17:45 h.
