México, conocido por su rica gastronomía, ha dejado una marca indeleble en el mundo culinario con platillos que destacan no solo por su sabor, sino también por su profunda historia, tradición y cultura. La célebre enciclopedia culinaria Taste Atlas ha clasificado los alimentos más icónicos de la cocina mexicana, y aquí te presentamos los cinco platillos que han capturado la atención global. Prepárate para sorprender a tus invitados y convertirte en el mejor anfitrión este septiembre con estos exquisitos sabores.
1. Carnitas.
Uno de los pilares de la gastronomía mexicana, las carnitas, originarias de Michoacán, son un deleite para los sentidos. Este platillo se prepara con carne de cerdo cocida lentamente en su propia grasa o manteca, resultando en una textura tierna y jugosa ideal para tacos. Su sabor inconfundible ha conquistado paladares tanto locales como internacionales.
2. Tacos de Asada.
Los tacos de asada, a pesar de su sencillez, son un clásico muy querido en todo el mundo. Se preparan con carne de res marinada en jugo de limón, sal y pimienta, cocida a la parrilla y luego cortada en pequeños trozos para ser servida en tortillas. Su sabor inigualable y su versatilidad los hacen perfectos para cualquier ocasión.
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3. Esquites/Elote en Vaso
Los esquites, o elote en vaso, son un favorito en ferias y mercados. Este platillo consiste en granos de maíz cocidos en agua con epazote y sal, y se complementa con mayonesa, queso y chilito picante. Su combinación de sabores y texturas lo ha posicionado entre los más calificados en el mundo.
4. Cochinita Pibil.
Originario de Yucatán, el cochinita pibil es un platillo que evoca la historia culinaria de México. Se elabora con carne de cerdo marinada en achiote, jugo de naranja agria y especias, que luego se cocina lentamente en un horno de tierra envuelta en hojas de plátano. Su sabor distintivo y su aroma envolvente lo convierten en una experiencia gastronómica inolvidable.
5. Chilorio.
Proveniente de Sinaloa, el chilorio es un platillo tradicional elaborado con carne de cerdo desmenuzada, cocida y frita en su propia grasa, sazonada con chiles secos, ajo, orégano y vinagre. Su sabor robusto y su método de preparación lo han convertido en un tesoro culinario.
Estos platillos no solo representan la riqueza de la cocina mexicana, sino que también destacan en el ámbito global, demostrando que la tradición y la cultura pueden conquistar paladares alrededor del mundo. Así que este septiembre, no dudes en incluir estos sabores en tu mesa y celebrar la herencia gastronómica de México.